La víctima relató a la Policía Nacional que intentaron violarla cuando regresaba de la piscina de Oira
La Policía Nacional buscaba en la jornada de ayer a cuatro jóvenes con edades comprendidas entre los 17 y los 18 como presuntos autores de un delito de agresión sexual a una menor (14 años) cuando ésta regresaba a casa desde las piscinas de Oira.
La agresión, según denunciaron los padres de la víctima en la Comisaría, se produjo sobre las ocho de la tarde del pasado viernes en el paseo de la margen derecha del río Miño, a la altura de la pasarela peatonal del centro comercial Pontevella.
La menor regresaba sola a casa cuando fue abordada por el grupo de jóvenes que empujaron hacia una zona de arbustos donde la manosearon y, según fuentes policiales, comenzaron a sacarle la ropa.
La menor opuso resistencia y llegó a forcejear con los presuntos agresores, logrando, según las mismas fuentes, zafarse de ellos y correr hacia su domicilio, situado en el barrio de A Ponte, donde contó lo acontecido a sus padres, que acto seguido alertaron a la Policía Nacional.
Los agentes se desplazaron de inmediato al lugar y "peinaron" buena parte de las márgenes del río pero no encontraron rastro de los agresores. Además, junto con la joven, que presentaba arañazos en los brazos, inspeccionaron el escenario de los hechos con el objetivo de encontrar alguna pista que permita identificarlos.
Acto seguido, la menor fue trasladada a un centro medico donde fue sometida a un reconocimiento y, según fuentes policiales, los agresores no llegaron a consumar la penetración.
La Comisaría mantenía ayer total mutismo sobre la posible agresión sexual, al tiempo que los agentes dialogaban de nuevo con la víctima para concretar datos sobre los rasgos físicos de cada uno de los jóvenes, así como ropas que vestían o cualquier otro dato que pueda permitir el arresto.
Pero la identificación no parece ser fácil, dado que los agentes aún no habían practicado a las 22,00 horas de ayer ninguna detención. El paseo de la margen derecha del cauce río Miño es muy utilizado a diario por deportistas y vecinos para pasear y a los agentes les sorprende que ninguno de ellos observara o escuchara algo extraño y salir en ayuda de la menor. Los policías permanecieron buena parte de la jornada de ayer en la zona recabando datos entre los viandantes por si alguno se percató de algo, vio a la joven salir corriendo o pedir ayuda.
