INVESTIGACIÓN

Buscan en Taboadela la pistola con la que mataron al matrimonio en 2009

La Guardia Civil registró un inmueble en estado semirruinoso y "peinó" con un detector de metales un solar, en Amendo

Los agentes del Equipo de Homicidios de la Policía Judicial de la Guardia Civil registraron ayer una casa deshabitada y un solar  en Amendo (Taboadela) con el objetivo de encontrar la pistola con la que abatieron a tiros al matrimonio del  pueblo, José Martinez (65 años) y María Teresa Campos (63) en la tarde del 25 de abril del 2009. 

Los guardias civiles practicaron las diligencias al vincular de nuevo al hijo del matrimonio, José Miguel Martínez (50 años), tras ser detenido el pasado martes como presunto autor del tiroteo al brigadista de Xunqueira de Ambia -un compañero suyo- en la madrugada del 23 de septiembre del 2008.

Los agentes buscaban ayer nuevas  pruebas que relacionen a Martínez Campos con la muerte de sus padres, por lo que ya fue detenido en dos ocasiones -octubre del 2009 y junio del 2011-. Ingresó provisionalmente en prisión pero fue excarcelado al no poder  los agentes cerrar el círculo para incriminarlo.

Ayer, su principal objetivo era hallar el arma homicida, la pistola utilizada para segar la vida del matrimonio. El inicio del registro estaba previsto inicialmente para la primera hora la mañana, pero se retrasó hasta el mediodía al sentirse indispuesto José Miguel Martínez, que tuvo que ser traslado a un centro sanitario. 

El pueblo, en el que residen media docena de vecinos, ya estaba siendo custodiado por una patrulla de la Guardia Civil desde el mismo momento en que fue detenido el hijo del matrimonio en la rúa do Vinteún de la ciudad. Peros sus calles se llenaron de más efectivos, entre los que se encontraba también el abogado que asiste a Martínez Campos. "Mi defendido está tranquilo e insiste en su inocencia, tanto en el caso de sus padres como del brigadista", aseguró el letrado, David López.

El registró comenzó cuando el calor apretaba en el pueblo. El solar, una  antigua propiedad del matrimonio fallecido, fue vendido, junto con su vivienda, a una familia, que estuvo presente. Los agentes "peinaron" toda la superficie con un detector de metales. El aparato activo la alarma varias veces,  pero los guardias civiles, tras remover el terreno con una pequeña azada, no encontraron rastro del arma homicida. Resultaron ser trozos de tornillos y clavos.

El solar está al lado del lugar en el que el matrimonio fue hallado muerto, pero la Guardia Civil no se fijó entonces en el terreno. El inmueble está en el mismo entorno, aunque a más distancia del lugar en que se produjo el crimen. La Guardia Civil tampoco se fijó en la construcción hace 12 años. Ayer inspeccionaron todas las dependencias, en las que recogieron material con el objetivo de analizarlo. 

Sin árboles frutales y con mucha maleza

José Martínez y María Teresa fueron hallados muertos entre la huerta y el patio, acondicionado a modo de terraza, de una casa, que ayer continuaba cerrada. El lugar cambió en estos años. Donde crecía productos de huerta y frutales solo se ve ahora maleza, que invadió el patio.

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