FORMACIÓN

La búsqueda de lo que uno quiere ser, pero desde dentro

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photo_camera Los alumnos atienden a las explicaciones de Teresa Ramos, en los garajes policiales.

La Comisaría acogió una ruta guiada para alumnos de Maristas que quieren ser policías

Mientras la gran mayoría de alumnos de segundo de Bachillerato termina de pulir la llave de paso a la universidad, hay otros que tienen su futuro profesional decidido -o casi- para el que no necesitan enfrentarse a la Selectividad. Para los alumnos del colegio Maristas de la ciudad que quieren ser parte del cuerpo de la Policía Nacional, la Comisaría acogió ya dos rutas guiadas por las instalaciones, la última esta semana.

Después de encuentros con médicos, abogados y otros sectores profesionales, la dirección del centro, junto al departamento de orientación, solicitó a la delegación de participación ciudadana de la comisaría una introducción a este puesto de trabajo, pero desde dentro. Y así fue. Una experiencia real. Desde montarse en los coches patrulla para empaparse de lo que es el trabajo en la calle hasta conocer de lleno el funcionamiento de la sala del 091, tanto la puesta en marcha de operativos como la recepción y trasmisión de comunicados. Pero sin duda, lo que más llamó la atención a estos jóvenes que quieren ponerse el uniforme fue la demostración de tiro a la que asistieron en la galería, donde los profesionales realizaron una exhibición didáctica con diferentes posturas y obstáculos.

Pero además del trabajo del día a día, también conocieron los pros y los contras de llegar a ser un agente policial. La encargada de dar a conocer el funcionamiento de As Lagoas es la encargada de la comunicación policial y subinspectora, Teresa Ramos. "Es un trabajo dinámico con un gran abanico de posibilidades en gran cantidad de grupos especializados, pero lo más gratificante es el lado humano", explica la portavoz, destacando que "cuando vuelves a casa sabiendo que has impedido que alguien se suicidase o ayudado a un niño desamparado es cuando realmente te sientes orgulloso de lo que eres". Y así se lo hizo saber a los visitantes. Eso sí, también la parte menos buena. "Si llevas una pistola colgada en el cinturón es porque tu vida puede correr peligro", comenta Ramos, quien también destaca que "forzosamente dejas tu ciudad para irte a otra, al menos una temporada".

Con todo,la docena de alumnos que asistieron salieron de la comisaría "encantados", según cuenta el orientador del centro José Carlos Domínguez. "De hecho, hay alguno que ha descartado una titulación para prepararse para policía", añade. De todas formas, no se marcharon de la sede policial sin escuchar un gran consejo: la formación universitaria puede ayudarlos a conseguir una plaza en el Cuerpo relacionada con esos estudios. Porque, aunque no sean reconocidos, también hay agentes que trabajan como informáticos o en grupos de delitos económicos después de haber estudiado Empresariales, entre otros.

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