La mayoría de los concellos ourensanos no han hecho los deberes que les fija la normativa en relación a la gestión de su economía, ya que dos de cada tres ayuntamientos están a punto de cerrar el primer mes del año sin haber aprobado, al menos inicialmente, sus presupuestos para 2020, con los consiguientes inconvenientes en el día a día de los gobiernos locales.
En esa lista está todavía el Concello de Ourense, aunque si no surge nada extraño saldrá de ella el próximo lunes, cuando se ha convocado el pleno (09,30 horas) en el que el gobierno municipal de DO y PP validarán gracias a su mayoría absoluta el proyecto de presupuestos, que cuenta con el total rechazo de la oposición, que entiende que son susceptibles de ser anulados atendiendo a la opinión formulada por el departamento de Intervención.
Deberes hechos
De esta manera, una vez que se voten afirmativamente las cuentas, Ourense se unirá a los 34 concellos (según los anuncios publicados hasta este miércoles por el Boletín Oficial de la Provincia) que ya tienen en marcha, al menos de manera inicial, los presupuestos de este ejercicio, un listado que abrió Quintela de Leirado al llevar a pleno sus cuentas ya el 18 de octubre, superando todos los trámites posteriores el 22 de noviembre y entrando en vigor ya el primer día de 2020.
De los principales ayuntamientos de la provincia, el primero en hacer los deberes fue Allariz, que tiene los presupuestos en vigor desde el pasado 12 de enero. Sin embargo, únicamente O Barco y San Cibrao han validado sus cuentas entre los concellos de más de 5.000 habitantes, ya que Ribadavia no llegó a llevarlos a pleno pese a la intención del alcalde, César Fernández, al no contar con el consenso necesario para sacarlos adelante.
El último aval plenario en Ourense es de 2012
El Concello de Ourense vivirá el lunes un momento que casi se podría considerar histórico atendiendo a la trayectoria en materia presupuestaria del consistorio en los últimos ejercicios, ya que para recordar la última aprobación en pleno de unas cuentas municipales hay que remontarse a septiembre de 2012, cuando el entonces bipartito PSOE-BNG sacaba adelante el proyecto de ese ejercicio, pocos días antes de que la detención del entonces alcalde, Francisco Rodríguez, pusiese patas arriba al consistorio.
A partir de ese momento, no hubo presupuestos en 2013, el año siguiente el PSOE solo fue capaz de aprobarlos en junta de gobierno mientras que en el pasado mandato, el PP solo llevó unas cuentas a pleno, que fueron rechazadas.
