La fiscalidad del Estado ha metido una marcha más y el pasado año logró recaudar 490,1 millones de euros de los contribuyentes ourensanos —478,3 millones el 2018—, lo que supone un nuevo record en los ingresos que contabiliza la Agencia Tributaria, que acaba de desglosar la tipología de impuestos que han entrado en caja el ejercicio pasado.
Más control para atajar el fraude y mejora de alguna de las magnitudes económicas justifican que Hacienda cuente con más recursos procedentes de los ourensanos. Tanto es así que cada día del 2019 el Estado ingresó 1,3 millones aportados por las empresas y los ciudadanos de la provincia. Medido en términos de reparto por habitante, la cifra sería casi 1.600, resultado de dividir los ingresos entre la población certificada por el Instituto Nacional de Estadística (306.515 habitantes).
Pero, si tomamos solo los mayores de 16 años –en teoría, censo tributario— la cantidad por persona y año sube hasta los 1.816 euros. Hacienda mejora así su hoja de servicios con un incremento de ingresos aún en los años de la crisis, cuando la economía estaba maltrecha.
EL IRPF
El Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cuya campaña está en vigor, aportó también el año pasado la parte más importante del pastel tributario. Recauda los rendimientos del trabajo, pero también otros conceptos como los rendimientos de capital mobiliario (dividendos o participaciones en los beneficios de cualquier tipo de entidad), los rendimientos de capital inmobiliario (arrendamientos de locales o subarrendamientos) y los rendimientos de actividades económicas (ingresos que proceden de la actividad empresarial por cuenta propia). Por estos conceptos los ourensanos tributaron el año pasado 210,5 millones de euros, es decir el 42,9% de los ingresos netos del Estado, frente a los 209,7 obtenidos en el 2018
EL IVA
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es el segundo tributo más importante en la recaudación estatal, también en la provincia. El año pasado se pagaron 195,8 millones de euros, frente a los 179,5 millones del ejercicio precedente, atribuibles a una consolidación del consumo y a un mayor control.
SOCIEDADES
Las empresas de la provincia aportaron al fisco el año pasado 63,4 millones, frente a los 60,3 millones del 2018 en concepto de Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios de acuerdo con su resultado contable.
OTROS TRIBUTOS
El resto de las aportaciones hechas por los ourensanos a las arcas del Estado se sitúa a gran diferencia. Sube el impuesto de la renta a los no residentes desde los 2,7 millones del 2018 a los 3,2 del año pasado. Caen, sin embargo, los impuestos medioambientales desde los 7,9 millones a los 3,3. Por lo que respecta al Impuesto de Tráfico Exterior, que grava el comercio internacional pasó a 1,9 millones frente a 1,3 millones del 2018.
Multas y apremios, la otra vertiente
El papel de la Agencia Tributaria no solo se ciñe a la recaudación de los tributos de su competencia, sino a la persecución y lucha contra el fraude. Desde ese punto de vista, los datos divulgados por el organismo que depende del Ministerio de Hacienda certifican una minoración de ingresos por esos conceptos en la provincia. El año pasado se impusieron 1.015.000 euros en concepto de intereses de demora por el retraso en algunos tributos. El año anterior la cifra fue de 1.050.000 euros. También decae el ingreso procedente del capítulo de sanciones, que en el 2019 ascendió a 1.490.000 euros, frente a la cantidad de 1.566.000 del ejercicio del 2018. Desciende también de forma significativa el ingreso procedente de los recargos de apremio desde los casi 3,3 millones de euros recaudados en el 2018 a los 2,7 millones del ejercicio pasado. Por último, en el apartado que la Agencia Tributaria define como ingresos por delito aparecen 117.000 euros frente a los 34.000 del año 2018.
