incendios - ourense

Tres de cada cuatro incendios no se produjeron en el verano

El incendio de Barbantes cubrió de humo el cielo de Cenlle (MARTIÑO PINAL).
photo_camera El incendio de Barbantes cubrió de humo el cielo de Cenlle (MARTIÑO PINAL).
Hasta la fecha ardieron cerca de un millar de hectáreas, sobre todo durante los meses de invierno

Pese a que en estos primeros días de septiembre los incendios forestales han vuelto a llenar de humo y ceniza los montes ourensanos -hasta la A-52 se vio afectada-, el fuego dio un leve respiro a los meses fuertes del estío. Un verano razonablemente bueno, más húmedo de lo habitual y con menos calor del acostumbrado, lo que se tradujo en menos superficie quemada.

Entre junio y finales de agosto, se contabilizaron 137 en toda la provincia, tal como evidencian los datos expuestos en la última reunión del comité contra el fuego, con representantes de las fuerzas de seguridad y la Xunta. O lo que es lo mismo, el 25% del cómputo anual.


Opacidad


Desde la Administración autonómica, pese al tirón de orejas de la Fiscalía de Medio Ambiente en su última memoria acerca de "las restricciones informativas sobre los efectos del fuego aplicada de manera consecutiva por Medio Rural", no valoran si hubo más o menos devastación que en 2018, un año especialmente "tranquilo" tras un aciago 2017, con 30.309 hectáreas quemadas. Reconocen fuentes de la consellería que "no fueron muchos", tampoco la superficie afectada, pero muestran cautela porque aún quedan muchos días de calor, jornadas sin lluvia, pero, sobre todo, mucha intencionalidad con la que revertir la estadística. 

De hecho, el análisis del cómputo anual al que tuvo acceso este diario ya no es favorable: entre enero y agosto hubo 552 siniestros (incendios y conatos). Los fuegos de invierno tuvieron la culpa, según admiten desde la consellería. Los tres primeros meses del año fueron complicados. El uno de enero ardieron 104 hectáreas en los montes de O Sestil Cerrado, en Viana; 129 el día 5 de ese mismo mes en Chandrexa sin olvidar las 259 de 27 de febrero en Baixa Limia (Xurés) o las 116 del 26 de marzo en O Barco, según los datos proporcionados por el Servicio de Gestión de Emergencias "Copernicus" de la Comisón Europea. Los incendios con cierta entidad (más de 20 hectáreas) calcinaron 865 hectáreas entre enero y marzo, a los que habría que añadir algo menos de 100 con los tres fuegos importantes de septiembre. 

El pasado año, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se calcinaron en toda la provincia 1.322 hectáreas, o lo que es lo mismo, el espacio equivalente a más de un millar de campos de fútbol como el de O Couto.

El año 2011, fue el peor año de la década seguido de 2017 para los bosques. Un periodo en el que, según valora la fiscal de Medio Ambiente, Carmen Eiró, "podemos considerar que ha nacido una nueva generación de superincendios de alta intensidad, impredecibles e ingobernables para los medios de extinción, que arrasan el medio natural y también las viviendas y todo lo que se le pone por delante". 

Te puede interesar