Sucesos

Una cadena de estafas bajo una identidad falsa, en Ourense

Antonio enseña el paquete recibido.
photo_camera Antonio enseña el paquete recibido.
El timador se hace pasar por un conocido hostelero, a quien le robaron el carné de identidad

Casiano Méndez lleva desde enero siendo suplantado y hasta una docena de comercios del barrio ourensano de A Ponte fueron estafados. En pequeñas cantidades, pero con un curioso “modus operandi”. Los afectados recibían una llamada en la que el remitente decía ser el responsable del restaurante A Feira (Casiano). El falso hostelero les indicaba a sus víctimas que iban a entregar en sus negocios un paquete para él que en ese momento no podía recoger, pero que ”iría luego”. Más tarde, un joven con gorra y gafas de sol -así lo definieron los testigos- dejaba un paquete en los comercios y les pedía a los dependientes entre 15 y 20 euros por la entrega. Muchos lo facilitaban pensando que Casiano se lo devolvería o “porque es de confianza, de toda la vida”, como señaló uno de los afectados. 

Quien llamaba no era Casiano sino el mismo hombre que después aparecía en la puerta con una entrega. Dentro de las cajas aparecían objetos variados: desde utensilios para diálisis, bolsas de suero, llaves de particulares o tapas de bolígrafos. 

Concretamente, la cadena de engaños se inició tras un saqueo al restaurante en el que a Méndez le robaron la cartera con el DNI incluido: “Ya habíamos tenido varios robos en 2020, pero en enero se llevaron toda mis identificaciones, las llaves de mis locales, todo”. Cuando encontraron al presunto culpable -el local tenía cámaras-, negó todo.

Antonio, de la carnicería Casas, fue uno de los comerciantes que “picó” en la estafa. Recibió una caja con bolsas de diálisis dentro y pagó 13 euros al estafador: “Me llamó un falso Casiano y me dijo que no llegaba a tiempo y que si le podía pagar al repartidor. No sospeché que fuese mentira hasta que el mismo me preguntó de qué estaba hablando”, explica el carnicero. 

Ricardo, de Lubricantes BP, aceptó pagar el paquete: “Nos dijeron ‘mira, te dejo aquí esto que un familiar de Casiano está en diálisis, pero tienes que pagar’. Así, nos timaron 20 euros”, lamenta. Enfrente, en la peluquería Destellos, el presunto estafador no se salió con la suya: “Eu non lle dou diñeiro a nadie. Non son clienta do restaurante nin teño tanto trato con él, non me cadrou que me pedise a min que recollera o paquete”, opina Carmen, la dueña. 

El bar Breixo fue otro caso en el que el timo no dio resultado. Su responsable, Concha, afirma que “me pareció una voz conocida y le pregunté que cómo se atrevía a llamar. Yo ya estaba bajo alerta sobre la estafa porque se la habían hecho a la tienda de al lado”. “La voz me resultaba conocida, pero de lo que estoy segura es de que no era Casiano”, explica Concha. Antes de intervenir, siempre hacía una llamada. Y otros comerciantes, como en el caso de Concha alzaban la voz y el impostor ya no pasaba por allí. 

 “Muchos no desconfiaron, pensaban que me estaban haciendo un favor”, señala Méndez sobre las actuaciones de sus negocios vecinos. “Eran cosas que tuvieron que robar en hospitales oresidencias porque no se pueden conseguir en farmacias”, cree y pese a ser víctima, valora que “estaba bien pensado, robaban pequeñas cantidades de dinero y no forzaban a nadie, luego desaparecía”. Méndez afirma sentir impotencia por la situación: “Denunciamos a la Policía pero creemos que no va a servir de nada, a nosotros no nos estafaron el dinero, solo usan mi identidad”, explica. 

Por su parte, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de Ourense  tiene abierta una investigación.

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