El carpintero de Parla (Madrid), José Manuel P.C., de 41 años, detenido el pasado 15 de noviembre en un control que estableció la Guardia Civil de Ourense al intervenirle 10 kilos de cocaína cuando circulaba con una furgoneta por la autovía A-52, en San Cibrao, facilitó la desarticulación de una organización criminal que introducía grandes cantidades de cocaína en las Islas Canarias.
La Guardia Civil y la Policía Nacional detuvieron en una operación que llevaron de forma conjunta a otras 38 personas en las provincias de Pontevedra, Zaragoza, Toledo, Madrid, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.
Los agentes llevaron a cabo un total de 18 registros simultáneos en diferentes puntos de la geografía nacional, en los que intervinieron 111 kilos de cocaína, otro de MDMA y varias armas de fuego.
La organización, según dieron a conocer ambos cuerpos de seguridad, utilizaba paquetería postal y “mulas” humanas para llevar la droga a su destino.
El madrileño detenido en Ourense regentaba un taller de carpintería en la comunidad madrileña y se desplazó a Pontevedra con su furgón (el vehículo estaba rotulado con el nombre de su empresa) para adquirir la sustancia estupefaciente, que transportaba en el interior de un mochila. Ingresó en prisión tras declarar en el juzgado de guardia.
Los agentes llevaban un año siguiendo los pasos de la organización desarticulada. Durante las pesquisas, los investigadores comprobaron que los presuntos narcotraficantes habían desplazado su base de operaciones a Galicia después de serles incautados varios alijos en el resto del territorio nacional, que le ocasionaron pérdidas, según dio a conocer Guardia Civil y Policía Nacional, superiores a los tres millones de euros solo en los últimos dos años.
