Café, misa y peluquería: el secreto de los 102 de Josefa

La residencia Alameda, de la Fundación San Rosendo, celebró el cumpleaños de su única centenaria, una vecina de Esgos llena de vitalidad. Se dedicó a la costura y estuvo 61 años casada

Josefa Rodríguez Ansia es una mujer de costumbres. No se perdona el café diario con las amigas en el centro de la ciudad, acude habitualmente a misa de 12 y la peluquería la encanta. Es especialmente presumida, y más cuando la ocasión lo merece. Ayer era uno de esos días señalados en el calendario: esta usuaria de la residencia Alameda, perteneciente a la Fundación San Rosendo, cumplió 102 años rodeada de compañeros, familiares, amigas y hasta un coro de jubilados que le cantó el cumpleaños. De hecho, ella misma fue una de las más animadas durante el homenaje por su más de un siglo de vida.

Rita, directora del centro, presume de que es la única centenaria que tienen en sus instalaciones. Lleva un par de años en la residencia Alameda y las trabajadoras no dan crédito a la memoria y a la vitalidad que tiene Josefa, la longeva de esta pequeña familia. 

Natural de una aldea de Esgos, Josefa Rodríguez se dedicó toda su vida a la costura. Desde que era una niña, aprendió a coser para sacar a su familia adelante. Nació el 26 de mayo de 1921. Con las trabajadoras y con los compañeros del centro suele comentar anécdotas del trabajo que desempeñó durante décadas. También de su vida personal. Se casó con un hombre con el que estuvo 61 años y no tuvo hijos. Ahora es viuda, pero se rodea de otros familiares y de las amigas con las que no se perdona el café en el centro de la ciudad, cerca de la residencia. De hecho, dicen que se levanta a las 8,30 horas para desayunar con calma. “Es muy activa, sale todos los días a pasear”, cuenta una educadora.

Aunque desde la residencia Alameda intentaron hacerle una sorpresa, la centenaria supo pronto que algo se cocía por su 102 cumpleaños. Así que ayer fue a la peluquería a primera hora de la mañana para ponerse guapa para la ocasión. Además de su tarta favorita, rodeada de los suyos, recibió emocionada un ramo de flores.

El broche final lo puso la coral Os Soñadores, compuesta por un grupo de jubilados del antiguo Hogar del Pensionista y dirigida por Tony Pérez, fundador de Tony Pérez y Los Arquinos. “Facemos actuacións para animar aos maiores que están nos centros. Con esta homenaxe quixemos cambiarlle a rutina á centenaria”, explica Tony. Además del cumpleaños, sonaron temas de Fuxan os Ventos o  Treixadura.

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