La delegación de Ourense tuvo que aportar dinero para salvar los graves problemas de liquidez

La caída de visados ahoga al Colegio de Arquitectos gallego

Local adquirido por la delegación ourensana de los arquitectos, que tampoco descartan vender. (Foto: JOSÉ PAZ)
Las dificultades derivadas de la crisis inmobiliaria y, en concreto, el fuerte descenso del número de visados, ha colocado en una difícil situación económica al Colegio de Arquitectos de Galicia (Coag), que se ha visto obligado a recurrir a aportaciones de las delegaciones que contaban con más recursos, fundamentalmente las de Ourense, Lugo y Ferrol, para hacer frente a los problemas. 'Mantuvimos una reunión en Santiago y se acordó que, si había unas delegaciones con liquidez y otras en una situación más difícil, debíamos hacer una piña y ayudarnos unos a otros', explicó el presidente de la delegación ourensana, José Jaime V
'Mantuvimos una reunión en Santiago y se acordó que, si había unas delegaciones con liquidez y otras en una situación más difícil, debíamos hacer una piña y ayudarnos unos a otros', explicó el presidente de la delegación ourensana, José Jaime Vázquez, quien recuerda que 'estatutariamente solo hay un Colegio'.

Así, el Colegio de Arquitectos de Galicia cuenta con ocho oficinas -una sede central en Santiago y siete delegaciones (una por ciudad, incluyendo la compostelana)- y se financia por cuotas de colegiación y, sobre todo, el visado de proyectos arquitectónicos. Sin embargo, la crisis provocó una caída de los visados de en torno a un 70% en los últimos tres años, con la consecuente reducción de ingresos. Para afrontar esta situación (y debido también a que la relación de trabajo entre los arquitectos y el colegio se puede realizar en gran medida con medios informáticos) se redujo la cifra de trabajadores, pasando de 94 a 54 en todo el Colegio. En Ourense, de los cinco empleados que tenía hace tres años se ha pasado a dos (un arquitecto y un administrativo), si bien Vázquez considera necesario otro más (en concreto, reclama el regreso de uno de los dos empleados de Ourense que fueron destinados a Santiago).

Así las cosas, y ante los problemas sobre todo en las delegaciones que están financiando sus sedes, como A Coruña, Santiago y Vigo, en una reunión en Compostela se acordó que 'había que arrimar el hombro', indica Vázquez, añadiendo que el dinero es de la institución y las oficinas en propiedad también son del citado organismo, y no de la delegación. En Ourense, señala Vázquez, la situación se expuso a los colegiados y éstos comprendieron el problema existente.

En este sentido, la delegación ourensana del Coag disponía de liquidez gracias a los ahorros de los últimos 20 años. Además, su actual sede (ubicada en un bajo de la calle Sáenz Díez) es alquilada y el contrato termina el próximo mes, por lo que desde hace tiempo se barajaba la opción de adquirir un inmueble propio, operación que se cerró la pasada primavera, tras comprar un bajo de la calle Avilés de Taramancos. En todo caso, el local aún no está acondicionado y la delegación todavía no ha decidido la fecha de obras, por lo que provisionalmente se va a trasladar a un inmueble en la Plaza Mayor.

En todo caso, el Colegio estaría dispuesto a vender cualquiera de los inmuebles de su propiedad en Galicia, incluido el ourensano, 'siempre que surja una oferta conveniente', pues tiene más patrimonio del necesario. Desde Ourense se defiende, asimismo, la reducción de delegaciones de siete a cuatro, dejando una por provincia.

En todo caso, Vázquez puntualizó que esta situación no amenaza la continuidad del Colegio. 'Saldrá adelante y mucho más reforzado', aseguró Vázquez.

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