Fue, junto con la parroquia lucense de Lanzós, la localidad más gélida de Galicia con -7,1 grados
La localidad de Calvos de Randín y la parroquia de Lanzós, en el interior de la localidad de Vilalba (Lugo), registraron las temperaturas más bajas del Año Nuevo en Galicia, con 7,1 grados bajo cero y 5,9, respectivamente.
En el caso de Calvos se da la circunstancia de que repetía, por segundo día consecutivo en el breve lapso de cuatro días, esa condición de localidad más fría de toda Galicia -ya había registrado el termómetro más gélido en la madrugada del pasado lunes con nada menos que 9,3 grados bajo cero-.
Meteogalicia calificó esta madrugada de Año Nuevo de "muy fría", sobre todo en valles del interior, donde hubo heladas generalizadas. Algunos de los registros más destacados se encuentran también en Serra do Eixo (5,8 grados bajo cero), Castro de Lea (-5º), Xinzo de Limia (-4,9º) y Ordes (-4,8º).
Un intenso frío que también se dejó sentir en la ciudad -que registró ayer cuatro grados bajo cero de mínima y 11 de máxima-, donde los bomberos se vieron obligados a acudir hasta dos veces a las pasarelas que unen O Pino con la estación de autobuses y el barrio de A Ponte, para echar sal y eliminar la capa de hielo que se había formado a primeras horas de la mañana del miércoles.
El Año Nuevo llegó con un frío intenso aunque sin lluvias, y con nueve comunidades, una de ellas Galicia, y en concreto la provincia de Lugo, bajo aviso por riesgo de temperaturas muy bajas, que irán subiendo ligeramente en próximos días.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), empezará a producirse, a partir de hoy, un ligero ascenso de las temperaturas nocturnas, que aliviará la intensidad de las heladas que persisten en el interior. Se espera también que poco a poco comience a disminuir la sensación térmica de frío al amainar los vientos de componente norte que acompañaron Galicia estos días.
