El termómetro marcaba seis grados al mediodía en la ciudad, que no subió después de los 11
n n n La localidad ourensana de Calvos de Randín registró ayer la temperatura más baja de toda la Comunidad gallega, con 10 grados negativos a las ocho y media de la mañana. Otro pueblo de la geografía provincial, Vilela, en la comarca de Monterrei, marcaba el segundo registro más bajo de una gélida jornada, con -7,6 grados a las 05,40 horas.
Las bajas temperaturas se repitieron en la ciudad, donde también bajaron hasta los -1 grados a primera hora de la mañana. Al mediodía marcaba el termómetro del Parque de San Lázaro seis grados centígrados y la espesa niebla no permitió prácticamente que saliera el sol en todo el día por lo que las temperaturas no subieron por encima de los 11 grados de máxima.
En cuanto a las localidades de montaña, Vilariño de Conso, con más de cuatro grados negativos, arrojaba el registro más bajo en poblaciones por encima de los 900 metros. Le siguió durante la jornada de ayer A Mezquita, con -1,3 grados; A Veiga, con -1,1 grados, y San Xoán de Río, con esta misma temperatura. La primera población no perteneciente a Ourense en este ránking de las más frías durante la jornada del miércoles fue la lucense Piedrafita con -0,6.
En Valdeorras, los termómetros de la villa de O Barco marcaban -5 grados a las 09,00 horas, y la hierba de los jardines y las orillas del río estaban blancas por la helada. Esto no impidió que el dueño del quiosco del Paseo do Malecón, acudiera ayer al Sil para darse un chapuzón, como suele hacer diariamente.
Llegan las lluvias y suben las temperaturas
Para la jornada de hoy, un frente se acercará a Galicia y dejará precipitaciones leves al principio, pero que se extenderán al resto del territorio por la tarde y alcanzarán intensidad moderada ya por la noche. No obstante, la predicción de MeteoGalicia es que el viernes la atmósfera tenderá a estabilizarse. Habrá un ascenso tanto en las mínimas como en las máximas.
