El camping de Untes, en manos del estudio de Alberto de Paula

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photo_camera El arquitecto Alberto de Paula, en el estudio que posee junto a Aurelio Outeiriño.

El Concello encarga el plan de viabilidad del equipamiento a los arquitectos que lo diseñaron 

Tras años de trámites burocráticos para recuperar el poder sobre el camping de Untes, sumido en una maraña judicial, el Concello de Ourense trata ahora de reflotar el equipamiento y convertirlo en un polo de atracción para los turistas, como ha declarado en varias ocasiones el concejal responsable de este departamento, Jorge Pumar.

Para ello, además de realizar un inventario de las instalaciones y evaluar su estado después de casi tres años sin uso, el Concello puso en marcha un proceso para encargar un plan de futuro para el camping, cuyo contrato acaba de ser notificado al estudio de arquitectura de Alberto de Paula y Aurelio Outeiriño, precisamente los profesionales que diseñaron la infraestructura hace 18 años. Los profesionales, según las condiciones impuestas por la administración, dispondrán de dos meses para tener listo su plan, que estará culminado a mediados de mayo.

"Vemos con mucha ilusión la llamada, ya que fuimos los autores y eso hace que no partamos de cero, estamos encantadísimos de poder intervenir en un espacio que puede ser muy productivo para la ciudad", destaca Alberto de Paula, que puntualiza, no obstante, la "incertidumbre" al no haber accedido todavía al camping: "Desconocemos cómo está, por lo que cuentan y algunas imágenes que vimos parece que no está en el mejor de los estados".

Sin tiempo que perder, los arquitectos visitarán esta semana próxima las instalaciones, pedirán informes para ver el encaje urbanístico con el PXOM en vigor, de 1986, y se pondrán en contacto con organismos como la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

Entre los objetivos que se plantean De Paula y Outeiriño, que coinciden en que Ourense "necesita un área de acampada a la altura", está evaluar la opción de acotar una zona para autocaravanas de la que ahora la ciudad carece, aprovechar el río Miño para la práctica de deportes como el piragüismo o habilitar nuevas zonas de esparcimiento.

"Es un paraíso y es una pena que no se le esté sacando provecho, tenemos un potencial que hay que explotar. La idea es volver a la esencia con la que el camping nació, pero lógicamente poniéndolo al día para adaptarlo a la demanda actual, ya que el campista busca ahora tenerlo todo hecho. Es un perfil de turista que hay que captar", concluye De Paula. 

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