ENTREVISTA

"El campo es un objeto de debate que no importa ni a izquierda ni a derecha"

escritor
photo_camera Sergio del Molino.

El escritor Sergio del Molino presenta su libro sobre el áspero diálogo entre la España urbana y del interior este martes en Allariz

Su libro sobre el áspero diálogo entre la España urbana y del interior se ha terminado transformando en un concepto que ha superado a la figura del propio Sergio del Molino. Esa "España vacía" que sirve a la vez como unión y herramienta mediática de un espacio, el rural, empujado hacia el abismo. 

“Quieren que nos muramos del asco". 
En esa frase de una anciana –recogida en el libro "Palabras mayores"– está el sentirse ciudadano de segunda. Pensar que el Estado está ausente, en términos de discurso. "Nunca aparecemos en la agenda". Percibirse silenciados. 

Víctimas. 
Creo que ese resentimiento está magnificado. Con todo, España es un país social. Desde el XIX, el Estado se ha esforzado en llegar a todas partes. Las diputaciones, pese a corrupción y clientelismo, han funcionado con eficiencia vertebrando el territorio. Han sido las que han garantizado la pervivencia de los pequeños núcleos. Exigen una reforma profunda, pero creo que son fundamentales. Dan cobertura a la España vacía. 

 “Si alguna vez se pudo detener este fenómeno, fue hace mucha décadas". ¿Qué le queda entonces a la Administración? 
Tenemos una población dispersa y envejecida, el reto es que se sienta plenamente integrada. El discurso victimista ayuda a que los políticos diluyan esa responsabilidad. 

La izquierda dice que la derecha niega al rural, pero luego llega la noche electoral. 
El campo es un objeto de intercambio de debate que no importa a nadie. La izquierda porque su base electoral está en la ciudad. Y la derecha porque solo lo usa como un instrumento electoral, nada más. 

Presenta su libro este martes  en Allariz (Fundación Vicente Risco, 20,30 horas). Para muchos, un ejemplo de cómo repensar el medio. 
Son proyectos que van ligados a la economía real. El problema es que hace falta mucho empuje. En una conferencia en Palencia, un señor me soltó: "Queremos vivir; no somos pioneros. Somos ciudadanos, no queremos que el simple hecho de vivir sea una heroicidad". Para que algo así funcione hacen falta héroes. Y hay poquitos. 

El tratamiento mediático del interior no ayuda. Ourense solo sale en el Telediario con el calor. 
Bueno no os quejéis que tenéis un faro que son Los Suaves. España es muy centralista. Fuera de cuatro calles de Madrid y Barcelona, es complicado que aparezca algo en el discurso.

Y ahí, ¿dónde queda el AVE?
El AVE empequeñece el país, aumenta la concentración urbana. Es un medio de desarrollo para los que ya están desarrollados. Si no existe ese avance previo, lo que hace el AVE es aumentar la brecha del abandono.

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