EcoAgro

El campo ourensano va a menos, pero la castaña es su gran esperanza

Sampaio (Ribadavia). 25/09/2019. Fotos de vendimia en la Bodega Docampo.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Una mujer realiza la vendimia en O Ribeiro, el pasado mes de septiembre. (Foto: Xesús Fariñas)
La patata y la uva también reinan en el agro

La fuerte despoblación y abandono del campo ourensano pasa factura a las producciones agrícolas de la provincia. La mayor parte de los cultivos han perdido producción en comparación con hace cuatro años, si bien hay otros como la castaña, el vino, el aceite, la lechuga, la fresa, las judías verdes, guisantes... o frutas como la pera o el kiwi que están repuntando y tiran con cada vez más fuerza del sector.

Así lo refleja el Anuario de superficies y producciones de cultivos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación correspondientes al periodo ya contabilizado del 2018. Precismanete, para revertir esta situación, administraciones como la Consellería de Medio Rural han creado herramientos como las "aldeas modelo", con el objetivo de  impulsar nuevos cultivos en el rural. 

Declive general

El campo ourensano tiene futuro, aunque muchos de los productos clásicos están en franco declive. La patata sigue siendo la reina de todos los cultivos de la provincia, según los datos facilitados por el ministerio. Así, en 2019 se han recogido ya 159.000 toneladas y quedan algunas por recolectar, sin embargo, las últimas lluvias han complicado esta cosecha final. Aunque sigue siendo  el mayor de los cultivos del campo ourensano en términos de tonelaje,  la tendencia no es positiva. En 2014, hace exactamente un lustro, la cosecha llegaba a las 250.000 toneladas, por lo que desde aquel momento se han perdido 100.000 por el camino.

Después de este tubérculo, la economía primaria ourensana está muy marcada por el sector vitivinícola, que después de años muy duros ha conseguido remontar el vuelo este año. Según Agricultura, hasta noviembre se habían recogido ya 43.712 toneladas de uva para vinificación, la cifra más alta de los últimos tres años, y en la misma línea que hace cinco años, cuando fueron 47.000 las toneladas de uva obtenidas.

El auge de la castaña

Pero en el segundo puesto, por delante del vino, se cuela con mucha fuerza la castaña, que, aunque a veces esté olvidada, es el cultivo que puja con más fuerza en la provincia.  El año pasado se cerró con 100.823 toneladas recogidas, 12.000 más que en 2014, y lo más importante, supone ya más de la mitad (55%) de la cosecha de castaña de toda España, que asciende 184.765.

Sin duda, la patata, la castaña y el vino se consolidan como los principales cultivos de la provincia, pero sin dejar de lado a otros ya clásicos y algunas novedades, que también ganan fuerza entre los productores ourensanos.

El cereal de invierno (avena, cebada, trigo, centeno...) mantuvo cifras   el año pasado a lo reflejado en 2014, colocándose en el entorno de las 40.000 toneladas anuales, mientras que los de primavera (máiz, sorgo...), tienen producciones del entorno de las 12.000 toneladas, tras años complicados por las inclemencias meteorológicas. 

¿Y el resto de productos hortofrutícolas? Los de toda la vida parecen ir en declive, aunque con excepciones. Entre las hortalizas, el campo ourensana sigue dominado por el tomate (19.107 toneladas en 2018), que perdió casi 4.000 toneladas respecto a 2014, y que en los primeros 10 meses de 2019 lejos de remontar el vuelo sigue cayendo. La col es el segundo producto estrella en la huerta ourensana, con 17.000 toneladas obtenidas el pasado año, también a la baja, respecto a las 19.000 de cuatro años atrás. 

Excepciones a la bajada

La mayor parte de productos de la huerta van a menos, aunque destacan excepciones como las judías verdes (10.084 toneladas, 3.000 más que en 2014),  lechuga (4.290 toneladas), que aumenta la producción en 700 desde 2014,o la fresa (244), más residual, que también crece.  Entre las más cultivadas, aparte de tomate y col, el pimiento alcanza las 12.238 toneladas, y se coloca en tercera posición, seguida por judías y cebolla.

También hay novedades, como el  brócoli, que se ha estrenado con 155 toneladas cosechadas en 2019 y que entra a formar parte del extenso listado de cultivos del mermado campo ourensano.



Frutas: la pera y el kiwi, al alza; la manzana, en declive

Las frutas también tienen un peso importante entre la producción del sector primario ourensano, prácticamente inalterable en los últimos años. Entre los cítricos, el limón sigue a la cabeza con 316 toneladas anuales, frente a las 52 de las naranjas y las 12 de mandarinos.

Entre las frutas no cítricas, la palma se la lleva la manzana ourensana, con una producción que cerró 2018 en 16.098 toneladas, aunque muy por detrás de las 22.563 obtenidas cuatro años atrás. Crece la pera, la seguna fruta más recolectada (2.589 toneladas), 120 más que en 2014. También crece de forma exponencial el kiwi, producto que va a más, y que asciende ya a 300 toneladas de producción.

Por otra parte, en cuanto al análisis de la producción de cereales, atendiendo a los datos de los 10 primeros meses de 2019, el trigo sigue siendo el más cultivado (25.000 toneladas), seguido del maíz (11.820), centeno (10.478) y la avena (128).

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