Dice que lo que más le inspira es no madrugar y que su inglés es macarrónico con acento ruso, porque le gusta así. La música que hace se parece a él, un joven que disfruta escuchando sus temas favoritos mientras se toma unas cervezas con los amigos, y que al llegar del trabajo se mete en el local de ensayo y deja que fluya lo que se le aparece en el momento.
Druso está terminando su primer disco "Beeing broke as a new trend" con la discográfica Subterfuge.
¿Qué o quién hizo que se enamorase de la música?
Yo creo que fue la vagancia (risas) y el no ir a clases en el instituto. Sí, fue eso, estoy seguro. Y también los amigos que iban vestidos de Kurt Cobain y mis primos mayores.
¿Cuáles son sus influencias musicales?
Lo que más me gusta son los Beatles, la verdad. A partir de ellos, por tanto, todos los grupos de chavalitos que los copiaron a lo largo de la historia de la música. Mi estilo es una mezcla de "garaje" y las cosas que me gusta escuchar con mis colegas cuando nos tomamos unas birra
s y pasamos un buen rato.
¿Y cuál es la intención de su música?
Mi intención es que sea lo más divertido posible, para mí y para todos. El disco, que lo estoy terminando ahora, es casi todo de canciones de amor y está hecho con mucho cariño. Sin muchas pretensiones... ¡mi abuela se lo va a comprar! (risas)
¿Cómo fue el camino desde tocar de pequeño en el sillón de su casa a formar parte de una discográfica?
Empecé de chaval, con mis amigos, tocando en un garaje. Allí hacíamos "el parvo" mucho rato, y la cosa se fue complicando. Es decir, al crecer tienes que buscar una excusa para seguir haciendo lo que te gusta. Así conocí a gente que me animó a hacer cosas, como Os Amigos dos Músicos, quienes me rescataron de la pobreza (risas). Además, en el Café&Pop Torgal empezamos a hacer conciertos a menudo, lo que nos ayudó mucho a avanzar y permitió que la gente nos conociese. El camino desde ahí hasta llegar al momento actual fue un poco una casualidad; un día escucharon en Subterfuge (su discográfica) unas maquetas que había hecho en solitario y quisieron ser muy valientes y sacarme un disco, sabiendo que no actualizo mi Instagram y que me cuesta viajar (risas).
¿Cómo es su proceso creativo?
Pues básicamente salgo de trabajar y me voy al Couto, a un local de ensayo fantástico, cojo la guitarra y grabo lo primero que me sale de la cabeza, aunque sea "reguleramente". Y luego, el que me ayuda a mezclar lo que grabo que se vuelva loco, ya después. La clave es la espontaneidad, lo primero que salga y ¡pa' lante!
Háblenos de su otro 
proyecto musical en el que está implicado, Os Amigos dos Músicos.
En solitario hago más rock and roll cervecero, y con ellos fluye mi parte más folk, de conexión con Galicia y la cultura gallega. Ahora mismo estamos preparando el segundo disco. Somos 6 tipos que queremos hacer música y que estamos repartidos por Galicia y España adelante. Cuando podemos nos juntamos y vamos a tocar por ahí.
¿Por qué Ourense y no la "gran urbe"?
Hay que estar muy convencido para quedarse aquí y a mí me gusta. Al final no hay ninguna diferencia entre estar aquí y en Madrid. Ya viví allí, no puedo coger ni un metro más y no ver campo a lo lejos me mata la vida. Por ejemplo, el piso que tengo no lo podría tener allí, ¡eso seguro!
¿Agradecimientos?
Sí, claro, me gustaría saludar a mis familiares y allegados, a mi señora, a mis compañeros de trabajo, a mis jefes, a la gente del Torgal, a Os Amigos dos Músicos y a Javi Rey.
