CIUDADANÍA

Cáritas Ourense: "Muchos mayores no tienen para asistente o un centro”

La entidad reconoce que el problema de la soledad va a más, con especial incidencia en el rural

El problema de la población de personas mayores que viven solos en sus domicilios tiene su explicación, según el delegado diocesano de Cáritas, Ángel Mirón, en dos factores: el evidente envejecimiento de la población y el hecho, cada vez más relevante, de que "muchos mayores viven solos porque ni pueden pagarse una residencia ni permitirse tener una persona que les atienda en casa, con unas pensiones tan bajas".

Mirón recuerda que "así como hubo un tiempo durante la crisis económica en el que estos jubilados ampararon con sus pensiones a algunos de sus hijos que se encontraban en paro, y no fueron pocos los que acogieron a sus mayores en sus casas en ese tiempo de parón económico, ahora muchos de esos mayores han quedado solos en sus casas".

El delegado diocesano de Cáritas explica, por otra parte, que a medida que uno se va haciendo mayor "pierde cada vez más autonomía y crecen sus limitaciones" y eso, si viven solos, se traslada a todos los aspectos de su vida cotidiana (compras, visitas al médico...), "lo que hace muy complicado su día a día porque no es fácil que un familiar pueda atenderlos durante todas esas horas que requieren, al estar trabajando".

Esto se traduce en los accidentes que originan el crecimiento exponencial de los rescates en viviendas por parte del servicio de Bomberos en los últimos tres años. "La mayoría de ellos sufren desvanecimientos o caídas que les impiden llegar al teléfono o a la puerta", explican desde Bomberos. Son "familiares o vecinos los que dan la voz de alarma", añaden.

Aumento del número de apartamentos tutelados de Cáritas

Si Cruz Roja o los Servicios Sociales del Concello han visto incrementarse de forma notable en los últimos años el número de usuarios de sus programas de mayores, Cáritas no ha sido menos.

De hecho, según destaca Ángel Mirón, "hoy la población vive más, pero evidentemente eso lleva consigo un detrimento en sus capacidades físicas y también mentales". Por esta razón, "hemos aumentado el número de apartamentos tutelados, que aunque no son exclusivamente para personas mayores, sí que lo son de forma mayoritaria para este sector de población". La organización cuenta con 22 apartamentos en este régimen y no son suficientes para la demanda existente.

Por otra parte, también han aumentado el número de actividades destinadas a este colectivo. "Contamos con dos programas específicos para mayores, en los que les ofrecemos actividades donde compartir con otras personas de su edad", señala Mirón.

Por otra parte, a través de las Cáritas parroquiales, "especialmente en el rural, tratamos de acompañarles porque el párroco del lugar es conocedor de la situación y la puede detectar", señala el delegado diocesano.

Subraya que "hay muchas pequeñas aldeas en el rural donde la mayoría de su población es mayor y esa circunstancia acentúa todavía más este problema de los mayores que viven solos".

En todo caso, si en las aldeas  es la caída de población el peligro añadido de estos mayores que viven solos, en la ciudad, la falta de contacto cotidiano con el entorno puede también traducirse en que la persona permanezca horas o incluso días sin que se sepa que ha sufrido una caída.

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