Carlos Pérez, que cuenta con un amplio historial delictivo e ingresó en prisión en marzo, vuelve este jueves al Juzgado de lo Penal acusado de atropellar a un repartidor con una tasa de alcohol que superaba por cinco veces la ingesta permitida. El incidente se produjo en la N-525, a la altura del barrio de Rabo de Galo, y cuando Pérez ni siquiera tenía carné válido.
No podía pilotar un coche por su reincidencia en delitos contra la seguridad del tráfico; pero, a pesar de ello, circuló a 125 kilómetros por hora en un tramo limitado a 60 y arrolló a un motorista de 37 años, arrastrándole durante 50 metros.
Ahora la Fiscalía reclama seis meses de cárcel por este hecho. Pérez tiene numerosas causas pendientes: en marzo de 2022, arrolló a un policía tras huir de un control.
Entre los delitos en su haber figuran el encubrimiento, el tráfico de drogas e incluso la violencia de género; con un extenso historial cuyas páginas comenzó a escribir cuando aún no había cumplido siquiera la mayoría de edad. En 2007, se le impuso una pena de siete años de cárcel por tráfico de drogas y encubrimiento de un homicidio.
A todo ello hay que sumar, según figura en su ficha policial, haber conducido sin puntos del carné, quebrantar una medida cautelar y llevar a cabo hurtos.
