Carmen Silva es abogada de oficio especializada en civil (familiar) y penal
Tras diez años en turno de oficio, Carmen Silva, secretaria de la Agrupación de Abogados Jóvenes de Ourense, dice que, salvo algún cliente difícil de llevar, la mayoría “son gente que responde muy bien y suele valorar tu trabajo”. Se apuntó como letrada de la justicia gratuita para empezar a rodar y conocer, clientes, procuradores, funcionarios… “Después continué porque es un trabajo muy gratificante, aunque nadie está aquí por lo que se cobra”, se queja. Silva afirma que se está trabajando para dignificar el turno de oficio porque está muy mal remunerado, aunque en Galicia no está tan mal como en otras comunidades, donde hay uno o dos años de retraso en los cobros, denuncia. “Estamos empezando a conseguir que nos paguen algunas actuaciones que antes no se pagaban”, indica.
La mayoría de casos que atiende en Civil son de familia, como modificaciones de medidas, guardias y custodias, pensión de alimentos y régimen de visitas. “Al final terminas empatizando con los dramas familiares”, confiesa.
En Penal, cada vez tiene más casos de lesiones y agresiones. “Hay mucha pelea y violencia de género. Tras el confinamiento, han crecido las denuncias. Me llama la atención que hay violencia de género en parejas muy jóvenes”, se lamenta. También cubre muchos casos de seguridad vial, tanto excesos de velocidad como alcoholemias.
Lo más gratificante para Silva es la sensación del trabajo bien hecho. “A veces tienes la razón y no te la dan, y otras en que no la tienes, te la dan. Soy muy conciliadora e intento llegar a acuerdos, salvo en penal. Tuve un cliente acusado de un delito contra la intimidad. Le pedían seis años de cárcel y conseguí que lo absolvieran. Me gratifican los logros y marcas personales”, reconoce.
