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La A-52, una carretera con 21 años de historia y un sinfín de lamentos

Estado del firme en la parte del Padornelo (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera Estado del firme en la parte del Padornelo (XESÚS FARIÑAS).

El regreso a la provincia para muchos ourensanos lleva años complicando su seguridad y la de sus vehículos. El lamentable estado de la autovía ya obligó el año pasado a Fomento a limitar la velocidad a 100 km/h en 36 kilómetros de trazado

El dramático y progresivo deterioro de la A-52 parece no tener fin. Hace ya 21 años –29 de diciembre de 1998– que se inauguraba esta vía de comunicación revolucionaria hasta Benavente para las comunicaciones de Ourense hacia el exterior de Galicia, pero los lamentos por su deficiente estado de conservación han sido protagonistas de muchas páginas de periódico. El regreso a la provincia para muchos ourensanos lleva años complicando  su seguridad y la de sus vehículos. El lamentable estado de la autovía ya obligó el año pasado a Fomento a limitar la velocidad a 100 km/h en 36 kilómetros de trazado.

La peligrosidad y las reclamaciones por los daños ocasionados obligaron a Fomento a tomar esa decisión de reducción de los límites de velocidad, todo ello en tramos incluidos en la provincia de Ourense. A finales de febrero de este año, Fomento devolvió la normalidad, y restableció el límite habitual de 120 kilómetros por hora, tras acometer una serie de reparaciones que, poco a poco, fueron perdiendo su efecto.


La factura de la crisis


La crisis económica se cebó con la A-52 en la última década, con una falta de inversiones que la dejó a la deriva en muchas ocasiones. Según la Asociación Española de la Carretera, la necesidad de inversión en conservación en las carreteras del Estado en Galicia se sitúa en casi 600 millones de euros, lo que da buena cuenta de ese déficit que se arrastra, que se ha paliado durante años a base de rebacheos. 

Las quejas por el deficiente estado de esta infraestructura vienen de lejos, no solo en la parte zamorana, sino también en la ourensana. En 2014, los transportistas alertaban ya de la acumulación de baches en la zona de A Gudiña, que se extendían a lo largo de la autovía hasta los límites provinciales con Pontevedra y Zamora. Entonces, Fomento acometió parcheos en toda la autovía, desde Benavente hasta Ourense, que resultaron insuficientes.

La A-52 ha sido siempre especialmente sensible a la climatología adversa, por su trazado sinuoso y sus continuas subidas y bajadas, y los inviernos pasan una factura que las administraciones nunca han sabido afrontar con inversiones.

La Asociación de Automovilistas comenzó en 2016 a recopilar denuncias por el mal estado de la A-52 para hacérselas llegar A Fomento. Alertaba de tramos "defectuosos" a lo largo de su trazado desde Benavente hasta Camarzana de Tera, en un trayecto de 40 kilómetros, ya en enero de 2016. A finales de ese año, el Gobierno invirtió hasta 4 millones en rehabilitar todo el firme de la A-52 en A Mezquita y A Gudiña, también en franco deterioro 

Dos años después, los conductores alertaban del estado en Padornelo,  por estar "lleno de socavones". Fomento parcheó, pero la película ha vuelto a empezar. Y ya la hemos visto muchas veces.

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