INFRAESTRUCTURAS

Las carreteras convencionales de la provincia, otra asignatura pendiente para Fomento

Las vías de titularidad estatal presentan importantes deficiencias en las comunicaciones con Lugo, Valdeorras o A Limia

El Ministerio de Fomento acumula tareas pendientes en Ourense, provincia que sigue sufriendo una evidente discriminación en materia de nuevas infraestructuras, pero que a la vez ve como las vías de comunicación actuales no están, en muchas ocasiones, a la altura de una vía de titularidad estatal, causando evidentes perjuicios a los ciudadanos, condenados a desplazarse por carreteras que, en muchos de sus tramos, presentan un aspecto más propio de un país tercermundista, como así reflejan informes como el emitido en 2016 por la Asociación Española de la Carretera, que apuntaba un estado "muy deficiente"de las carreteras gallegas .

Según los datos recogidos por el Ministerio de Fomento en su catálogo anual, el organismo es responsable en la provincia de 354,56 kilómetros de carreteras convencionales, que apenas han recibido entre 2012 y 2016 (último año liquidado), según datos proporcionados por el Gobierno central en una pregunta presentada en el Congreso por la diputada del PSOE Rocío de Frutos, algo más de 32 millones de euros para su conservación, una cifra que, a tenor del aspecto que presentan varios tramos, se antoja claramente insuficiente.


Infierno a Lugo


En el caso de la N-540, aunque es cierto que el tramo ourensano hasta la provincia lucense presenta un estado adecuado, una vez que los vehículos llegan a Chantada se encuentran con una auténtica odisea, con baches de hasta ocho centímetros. "Se teño así unha rúa no pobo, os veciños cósenme a golpes", afirmaba uno de los alcaldes que asistió a la cumbre de Chantada para reclamar al Gobierno central la construcción de la A-56 y el arreglo integral de la N-540, comunicación natural actual entre Ourense y Lugo, para la que Fomento prevé destinar más de tres millones de euros para que vuelva a la normalidad en cuatro meses.


La comarca limiana


La actividad empresarial del polígono de Chorente o la movilidad entre concellos de A Limia se encuentra con una red de baches y socavones en tramos de varios kilómetros como los que unen Sandiás y Allariz, para los que el Gobierno central sigue sin encontrar una solución, al ser incapaz de adjudicar unos trabajos que ya licitó en 2017 para invertir unos 700.000 euros para reponer el firme. No se libran de los problemas los vehículos que circulan entre Xinzo y Abavides.

"Es evidente la ausencia de una correcta conservación y mantenimiento, lo que influye también en un aumento del riesgo de sufrir incidentes como salidas de vía", explican desde Stop Accidentes, que hablan de un "mantenimiento en niveles de los años 80".


Valdeorras, muy lejos


Junto con la carretera entre Ourense y Lugo, la N-120 sufre, entre la ciudad y Valdeorras, las consecuencias de no disponer de una alternativa de alta capacidad, ya que la A-76 sigue sin ejecutarse, a las que se suman las incomodidades propias de una carretera saturada, como los baches con los que se encuentran los conductores en la localidad lucense de Monforte y la comarca valdeorresa, o casi 30 kilómetros de línea continua desde Os Peares hasta Ourense.

En el término municipal de O Barco nace la N-536, que permite desplazarse hasta Ponferrada. En el tramo urbano de la cabecera de la comarca de Valdeorras, la denominada avenida de Galicia, el firme da síntomas de agotamiento mientras siguen sin llegar soluciones desde Fomento.


Sin problemas


Dentro de la red, según explican fuentes consultadas que habitualmente circulan por estas carreteras, no hay quejas en vías como la N-541 (Ourense-Pontevedra), que atraviesa localidades como O Carballiño, o la N-532, entre Verín y la frontera portuguesa, que se ven aliviadas al disponer los conductores de alternativas de alta capacidad como son la A-52, AG-53 o la A-75. 

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