Las carreteras provinciales vivieron ayer una jornada negra, con tres accidentes de gravedad. El primero ocurrió en San Cibrao a las 11,00 horas, cuando un hombre que conducía en dirección al centro de salud para recibir asistencia médica tras ser picado por varias avispas, se encontró mal y chocó contra una vivienda. Los efectivos médicos atendieron al conductor del turismo tras el golpe y las picaduras.
El siguiente siniestro se produjo en la N-525 a las 15,15, a la altura de O Piñeiral. Una mujer tuvo que recibir asistencia médica tras salirse de la vía, chocar contra una farola y posteriormente contra el guardarraíl, a la altura del desvío a la carretera que da acceso a la urbanización Vistas de Ourense. La primera hipótesis del accidente es que la conductora sufrió una indisposición.
Por último, ya por la tarde, a las 18,45 horas, chocaron tres turismos en la A-52, en Reza, dirección Benavente. Uno de los implicados se quejó de que le dolía el pecho. Fueron vistos y auxiliados por la Guardia Civil.
