TEMPORAL

Cartel de completo en áreas de servicio

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photo_camera Palmés, en los alrededores de la ciudad.

El cierre de la autovía A-52 al paso de camiones y autobuses entre Trasmiras y la provincia de Zamora obligó a sus conductores a estacionar en las gasolineras y áreas de servicio que hay en Xinzo, Trasmiras y San Cibrao

El cierre de la autovía A-52 al paso de camiones y autobuses entre Trasmiras y la provincia de Zamora obligó a sus conductores a estacionar en las gasolineras y áreas de servicio que hay en Xinzo, Trasmiras y San Cibrao. Tráfico los obligó a salir de la vía de alta capacidad, pero la medida generó cierto caos, dado que los negocios no disponían de plazas suficientes para que pudieran estacionar. La falta de espacio generó atascos en  la estación de servicio Antela (Xinzo), al confluír unos camioneros que intentaba entrar para aparcar y otros que maniobraban para salir al no encontrar ya lugar.

A medianoche, una patrulla de Tráfico se vio obligada a regular la circulación en la zona, al tiempo que ampliaban la retención de vehículos en las estaciones de servicio de Ribadavia e incluso en las de A Cañiza (Pontevedra). "No hay más lugares en los que estacionar", insistía un agente a sus compañeros por la emisora.


Hosteleros beneficiados


Solamente en A Limia, fueron retenidos 300 vehículos hasta las cinco de la madrugada. Los responsables de los negocios de hostelería agradecían la llegada de los transportistas y colaboraban con los efectivos de la Guardia Civil en busca de lugares para que dejaran sus vehículos. Uno de los puntos para aparcar era la travesía que forma la carretera N-525, en la entrada de Xinzo, pero los camioneros, sobre todo los que no conocían la zona, se mostraban recelosos por tener que alejarse de los accesos a la autovía y el miedo a perderse, a no encontrar el camino de regreso para continuar la ruta. 

Al final, en ninguna de las áreas de servicio se produjeron incidentes, según Tráfico. 

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