TRIBUNALES

La casa del terror: 20 días de violación y humillaciones

calle Dalia.
photo_camera Los hechos ocurrieron en la residencia del inculpado en la calle Dalia (JOSÉ PAZ).

El fiscal pide para Javier Gabarri Jiménez 19 años de cárcel por cuatro delitos, y 3 para su familia

Javier Gabarri Jiménez (40 años), del llamado clan de "los Madriles", se sentará en el banquillo de la Audiencia de Ourense con una dura acusación sobre sus hombros: la violación continuada, vejaciones y humillaciones a una joven a la que presuntamente impidió salir de una casa de planta baja de la calle Dalia durante 20 días (del 7 al 26 de enero de 2018). 

Aunque previamente, la denunciante sí mantuvo encuentros sexuales consentidos durante dos días consecutivos en un hostal de la ciudad, todo cambió de rumbo cuando la llevó engañada a su vivienda, la mantuvo retenida en contra de su voluntad "obligándola -según dice el fiscal- a mantener todos los días relaciones con penetración en contra de su voluntad". En caso contrario, "la mataría o la arrojaría a un pozo de la finca". 

Agresor y víctima no eran desconocidos. La joven había sido novia de un hermano de Javier. El investigado contactó con ella a través del WhatsApp con anterioridad al mes de enero de 2018 con la intención de saludarla.

Tanto el juez de Instrucción 1 como el fiscal dieron credibilidad al espeluznante relato ofrecido por la chica a la Policía y posteriormente ratificado en sede judicial. Según llegó a declarar, las humillaciones y vejaciones eran constantes: vio de cerca el caño de una escopeta cuando se negó a realizar felaciones; tenía que bañarse en agua fría; Javier le cortó el pelo a trasquilones; no podía comer porque el acusado consideraba que estaba gorda; tuvo que ingerir su propio vómito; dormir sobre su orina; drogarse; beber alcohol y sacar 230 euros de su cuenta en un cajero para entregárselos a su verdugo. Y, aunque así lo hizo por temor a que la matara, en ocasiones recibió -añade la acusación pública- golpes con bastones tipo "cachaba" por todas las partes del cuerpo. 

Los médicos que la reconocieron, cuando fue liberada por la Policía Nacional, observaron múltiples heridas contusas en el pecho, el brazo, hombros, pómulo, glúteos, muslos y piernas. En su cuerpo, estaba escrito su terrorífico relato.

La propia familia del inculpado -sus padres y tres hermanos- , también acusados en este proceso por darle amparo al supuesto agresor sexual durante el tiempo que estuvo retenida la joven, es conocedora del carácter violento de Javier Gabarri Jiménez. Su padre, Luis Manuel Gabarri Montoya, llegó a decir durante la instrucción, tras prestar declaración, que su hijo, actualmente en prisión por este caso, era "un bicho" y "un demonio".


Discriminación por sexo


La acusación pública reclama una pena de 19 años de cárcel para Javier por cuatro delitos: 11 años por agresión sexual continuada con la agravante de cometer el delito por discriminación respecto al sexo de la víctima; cinco por la detención ilegal; un año más por coacciones o alternativamente trato degradante y, porúltimo, otros dos por lesiones. Para el resto de la familia, sus padres Ana Jiménez Gabarri y Luis Manuel Gabarri Montoya, así como para sus hermanos, José Luis, Ángel y Alberto, pide una condena de tres  años de cárcel por la acusación de cómplices en la detención ilegal.

En concepto de indemnización, pretende que el principal procesado pague a la víctima 11.855 euros y 1.181 al Sergas por la atención que le prestó. Al resto de inculpados, les establece el pago de 1.500 euros en concepto de daños morales a la perjudicada. 

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