Casi un año para poder recibir el pasaporte de Venezuela

Critican demoras inexplicables para la entrega de documentos oficiales en el Consulado de este país, que tiene su sede en Vigo y que registra colas diarias en la calle

El Consulado de la República Bolivariana de Venezuela en Galicia, que tiene su sede en la calle Velázquez Moreno de Vigo, registra colas a diario en plena calle de ciudadanos llegados de distintos municipios de la Comunidad Autónoma para realizar trámites que muchas veces se convierten en un calvario.

Muchos de ellos no quieren contar su situación porque tienen familia en Venezuela y temen que pueda haber represalias, pero reconocen que hay esperas excesivas y que aceptan pagar cantidades en efectivo a los funcionarios que les piden en paralelo a la transferencia que deben realizar para tramitar por ejemplo un pasaporte. “No sabemos en concepto de qué cobran esa cantidad en efectivo ni para qué es porque no consta en ningún sitio, pero sin eso no te resuelven. A mí me pidieron 80 euros en metálico”. 

Venezolanos afincados en Galicia aseguran que la situación empeoró desde hace tres o cuatro años.  La abogada ourensana María del Carmen González, que se ocupa de este tipo de asuntos, explica que muchos venezolanos vienen sin documentación o les caduca y soportan largas esperas para poder renovarlos. 

A mayores, asegura que se está encontrando con personas que no están cobrando la pensión a través del convenio bilateral entre ambos países porque la documentación de Venezuela puede tardar dos años en llegar y también hay otros casos de personas que estaban cobrando una pensión de Venezuela que fue cancelada sin ninguna explicación. Uno de sus clientes cobraba una pensión de 1.400 euros de Venezuela que fue interrumpida y a pesar de no cobrar nada le obligaban a pagar 2.600 euros de la declaración de la renta en España. "Ahora recibe una paga no contributiva, pero no su pensión completa". En su opinión, el Gobierno debería hacer algo por estos afectados porque son españoles. “Dicen que no depende de ellos y les dan la espalda”, lamenta.

En cuanto a los pasaportes, Sabrina es una venezolana que vive en un municipio ourensano. Explica que tardó seis meses en conseguir que el Consulado de Venezuela le entregase su pasaporte, a pesar de que había llegado a Vigo en la valija del día 18 de agosto. “Vine varias veces a preguntar, con el gasto y los kilómetros que supone esto, pero me dijeron que hasta que no lo metiesen en el sistema informático no me lo podían dar. Por ese motivo, no pude ir al entierro de mi abuela, que falleció en noviembre pasado. Luego supe que habían entregado antes los pasaportes que llegaron a Vigo en octubre que los de agosto”. Ella empezó los trámites para renovar su pasaporte en marzo del año pasado y mandó dinero a distintas personas de su país para que lo agilizasen.

Sabrina tenía una vida holgada en Venezuela. Al llegar a España se puso a trabajar cuidando a personas de la tercera edad, que según asegura “son maravillosas”. Señala que hacen trabajos que no quieren hacer los españoles para ganarse la vida. Sin embargo, ahora es autónoma y ayuda a su familia. “Un cartón de huevos cuesta cuatro dólares. Ahora funciona una especie de cartilla de racionamiento, les entregan cajas de alimentos de mala calidad. La gente está escapando por donde puede”, lamenta.

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