“En Castro Caldelas fomos pioneiros en coronavirus”, recuerda la alcaldesa, Sara Inés Vega, entre sorbos de café y pedacitos de bica. El concello ourensano sufrió con especial intensidad la primera ola, que dejó decenas de contagios y cuatro fallecidos en la residencia de mayores, pero encara la tercera con optimismo. “Hoxe temos cero casos”, celebra la regidora, y apunta varios factores. ¿El primero? “Moita sorte”.
Un paseo por el pueblo a la sombra del castillo ilustra el resto de factores citados por Vega, como la coordinación entre instituciones a la hora de hacer rastreos, el celo en la desinfección -al principio, con 1.000 litros de cloro que compró el concello- o la colaboración de los vecinos. “Vexo moita responsabilidade, a verdade, e estámolo facendo ben, porque tivemos moi poquiños casos”, asegura María Rodríguez desde el mostrador de la Pescadería Devesa. “Incluso o turismo levou ben… iso, ou a Virxe dos Remedios, que tamén nos axuda!”, añade.
Desde el centro de salud del concello apuntan que no se ha llevado a cabo un protocolo especial para paliar el covid, y algún vecino apunta a la localización geográfica. “Aquí, si tenemos algún caso, es porque viene de fuera… cosas raras no se hicieron: mascarilla, distancia… eso sí se cumple”, apunta Fermín Pérez, de la tienda de alimentación O Clarete. Respecto a la tercera ola, la alcaldesa del concello con cero casos activos pide prudencia -“Preocúpame, segue habendo moita xente”-, y agradece la colaboración ciudadana, “a rede de satélites que, cando ve algunha cousa, rapidamente chama”.