MAGOSTO

La celebración de magostos llega a todos los rincones

Ourense. 6-11-2016. Magosto de la AAVV de O Pino en el Campo da Feira. Paz
photo_camera En O Pino, asaron más de 30 kilogramos de carne.

Las asociaciones de O Pino y Reza calentaron el fuego y pusieron la carne y las castañas en el asador para disfrutar con sus convecinos

Dice el refrán popular que "Polo san Martiño, castañas e viño".  La fiesta del otoño por excelencia, el magosto, se cuela por todos los rincones de la provincia: la brasas están a punto, la carne aderezada y las castañas listas para disfrutar de las fantásticas jornadas de fraternidad en una fiesta popular ancestral declarada de interés turístico.

Según marca la tradición, la fiesta gira en torno al fuego y las castañas pero también se presenta la ocasión de paladear el primer vino de la temporada -"o viño novo"-

Los ourensanos siguen siendo fieles a esta cita otoñal. Máxime, todos los  domingos del mes de noviembre. La Asociación de Veciños de Santa Ana, en O Pino, escogió  el Campo da Feira. Ochenta  personas de distintas ledades se sentaron en una mesa para comer un delicioso churrasco con chorizos, y de postre algo tan típico como la bica ourensana. María Ángeles Losada, actual presidenta de esta asociación, cuenta que llevan haciendo el magosto "toda la vida". De hecho, no se imagina un año sin magosto."A pesar de que este año nos cobraron 103 euros por usar el Campo da Feira, vinimos igual porque hay que hacerlo". Y lo cierto es que ni la lluvia ni el frío les aminoró la celebración, que concluyó con música de una orquesta. 

Reza

Pero este no fue el único magosto que se celebró ayer en la ciudad. El olor a churrasco, empanada y chorizo también se podía percibir en el barrio de Reza. Un total de a 130 personas se juntaron en el local de la Asociación de Veciños Quince de Agosto. Y no faltaron los políticos: el alcalde, Jesús Vázquez y al portavoz de los socialistas, José Ángel Vázquez Barquero, entre otros.

También hubo quien se estrenaba en la fiesta pese a su corta edad. Aroa Carballo, de cinco años, disfrutó con el magosto porque "me gustan mucho las castañas". 

Su madre, Pax Souto, le inculca la tradición "porque queremos que a continúe". Tanto ella como su marido le explican "que a castaña era a base da alimentación galega antes de que chegase a pataca de América, e por iso é tan importante o magosto".

Trandeiras, Xinzo de Limia, también se unió a la fiesta. El norteamericano Zachary y su mujer Ana Mar Rodríguez organizaron una fiesta por todo lo alto en el entorno del monasterio. Una romería a la que acudieron más de 100 personas a lo largo de toda la jornada y a la que no le faltó ningún ingrediente. Castañas, carne y chorizos, un menú que estuvo acompañado por una foliada con gaiteiros. La animación de la fiesta atrajo hasta el lugar al concejal de Turismo de Xinzo, Carlos Gómez. 

Parece que la tradición nunca se pierde en la provincia. Tanto jóvenes, mayores o niños coinciden en una cosa, que no conciben un mes de noviembre sin que haya una celebración como esta. 

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