Las oficinas del Concello, de la Diputación y de la Xunta celebraron su patrona en una alegre jornada. El Liceo acogió un acto de homenaje dedicado a los 46 trabajadores municipales jubilados recientemente
Las oficinas de las instituciones públicas ourensanas permanecieron cerradas durante toda la jornada del miércoles -excepto el Rexistro Xeral- con motivo de la celebración de Santa Rita, patrona de los funcionarios.
Los trabajadores del Concello acudieron al Liceo a mediodía, donde la Corporación tenía preparado un acto dedicado a los jubilados municipales durante el último año, un total de 46 de los alrededor de 700 empleados públicos con los que la administración cuenta actualmente. "É unha vida entregada á administración e polo tanto correspóndelle ao Concello organizar este acto como unha pequena mostra de cariño", explicaba el alcalde, Jesús Vázquez, al inicio de la cita. De los homenajeados, 19 provienen de la jefatura de la Policía Local, tras la entrada en vigor el pasado mes de diciembre de un Decreto Ley que reduce su edad de jubilación.
Los ya extrabajadores subieron al escenario para recoger sus insignias honoríficas, entre vítores y aplausos de sus compañeros. "Eu veño para festexar este día con eles, a min aínda me quedan 2 anos para xubilarme", comentaba uno de los trabajadores, que no quiso faltar en el homenaje a sus amigos. "É xente que, en moitos casos, leva adicados máis de 40 anos á administración, é bonito recoñecerlles o esforzo que fixeron", apuntó el regidor municipal. Para los jubilados, la de este miércoles fue una cita en la que se mezclaron la alegría y la tristeza a partes iguales. "Antes de te xubilar non pensas nisto, paréceche que despois de levar tantos anos nesta casa non vai chegar este día de marchar... Pero chega", relataba Amancio Lameiras, quien trabajó durante los últimos 23 años en las oficinas de Medio Ambiente, aunque antes ya había pasado por Personal, Facenda y Formación Ocupacional. "Si pusiese en una balanza los momentos malos y los momentos buenos, la balanza se inclinaría a favor de los buenos", aseguraba María Jesús Guede, que trabajó 17 años como conserje, un puesto que define como un "honor". Miguel Pérez, por su parte, se jubila de la Policía Local después de 35 años. "Foi unha etapa moi bonita e nun traballo que me gustou dende que era cativo e no que o fixen o mellor que puiden", decía.
Otros como Isabel Fernández se despiden de su trabajo por motivos de salud: "Tuve un ictus, todavía estoy en tratamiento, lo que no me pertmite trabajar". Tras 34 años en el servicio municipal de Deportes, tiene claro que ahora toca "cuidarse" y disfrutar de sus hijos.
De comida conjunta
Los trabajadores del Concello disfrutaron de una comida conjunta en el restaurante Coto, mientras que los empleados de la Diputación celebraron el día de Santa Rita en el restaurante Los Caracoles, en la Derrasa.
Los compañeros: "A axuda entre nós é imprescindible"
Los nuevos jubilados de la administración municipal aseguran que se marchan "alegres", aunque con un toque amargo por los compañeros que dejan atrás. "Tuve la suerte de tener unos compañeros estupendos en mi trabajo", señalaba María Jesús Guede. Miguel Pérez, ex policía local, pone de manifiesto la importancia del compañerismo en el Cuerpo de seguridad: "No noso é imprescindible a axuda entre uns e outros, tes que confiar neles". Ahora empieza una nueva etapa "para disfrutar", como dice Amancio Lameiras: "É momento de divertirme, pasear, viaxar... Ese tipo de cousas".
