Reportaje

El centenario de Santiago das Caldas, frustrado por el virus

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La iglesia de Santiago de As Caldas afronta un año muy distinto del planeado. La pandemia canceló los festejos de los 100 años del templo, y ahora, en plena novena del Santiago, deja a los feligreses sin su querida procesión.

El 2020 debería haber sido un año de festejos para la parroquia de Santiago de As Caldas, pero apareció el covid. "Por encima de todo está la salud", recuerda Luis Pérez, párroco del templo, con la mascarilla puesta. La pandemia frustró los actos de celebración del centenario del templo, inaugurado en noviembre de 1920, y los dejó en "stand-by" hasta nueva orden. Ahora, en plena novena del Santiago, la crisis sanitaria deja a los feligreses sin su querida procesión del 25. "Pierdes ese ambiente, siempre se junta mucha gente, pero es mejor así, para evitar cualquier problema", asegura el sacerdote. 

Sin duda, este no era el año 2020 planeado, pero "es lo que toca": "El tiempo nos irá cómo podremos ir haciendo las cosas, pero claro, serán totalmente distintas de lo habitual".


Un Santiago atípico


El barrio pontino vive estos días las vísperas del Santiago más atípico. En el interior de la iglesia, el apóstol –más conocido como "o homiño" entre los feligreses– no ocupa su lugar habitual, sino que está en la zona derecha del altar, para evitar contactos. "Siempre lo solemos colocar más cerca de la gente, que se acercaba e incluso lo tocaba, pero ahora hay que rezarle desde la distancia", comenta Pérez. 

El día grande, el 25, habrá las tres misas habituales (a primera hora, a mediodía y al final de la tarde), y el día 26, la eucaristía de San Joaquín y Santa Ana será oficiada por el obispo, Leonardo Lemos. "Será una misa dedicada a la tercera edad", avanza el párroco. 

Las celebraciones religiosas contarán con límite de aforo de 98 personas, además de con el resto de medidas de prevención –mascarilla, hidrogel, distancia de seguridad–. "Estamos haciendo las misas sencillas, breves, para que la gente no esté mucho tiempo, además con este calor y la mascarilla...", explica. 


Un templo inacabado


La iglesia de Santiago de As Caldas se encontraba, originalmente, anexa al cementerio pontino. En el siglo XIX, la población de Ponte Canedo –entonces, municipio independiente de la ciudad– comenzó a crecer, y el templo se fue quedando pequeño. El obispo de Ourense de aquel momento, Eustaquio Illundain, encargó la construcción a un arquitecto bilbaíno, José María Basterra. "Dicen que la idea era hacer una iglesia similar a la de Begoña, en Bilbao, que es preciosa, pero el proyecto no se terminó", apunta el párroco. El templo se inauguró en noviembre del 1920, y tiempo después, en 1960, se inauguró la casa parroquial, en la misma calle. "La iglesia es una de las pocas que, siendo de construcción reciente, guarda el estilo tradicional de los templos. Es una pena que no se acabase, pero también es cierto que en estos momentos hay otras necesidades más importantes que terminarla", afirma Pérez. 

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