El sonido de la radio ha acompañado a muchas generaciones de ourensanos. El sonido de las voces a través de los transistores hacían las horas de trabajo o estudio más llevaderas y ni siquiera la llegada de internet ha hecho que la pasión por este tipo de aparatos baje lo más mínimo.
En medio del amor por las ondas, Severino Bermello, coleccionista y restaurador de aparatos de radio, ha ido recopilando y recuperando una gran cantidad de radios de todo tipo. Parte de su colección privada se expone estos días en la planta inferior del Centro Comercial Ponte Vella.
Pasión por las radios
Con la ilusión de un niño, Severino Bermello desgrana la historia de algunas de las radios expuestas y pone empeño en explicar curiosidades, como la historia que esconde una radio concreta que se utilizaba para recibir el parte de Franco durante la guerra civil o una "de fabricación española, pero más corriente" que estuvo en Angola y fue recuperada para su extensa colección o las reconocibles radios de galena, que había que escuchar con auriculares, ya hace más de medio siglo.
La explicación de estas anécdotas se pueden escuchar, por boca de Severino Bermello, viendo el vídeo que acompaña este artículo.
El dictáfono, el precursor de la grabadora
El aparato más antiguo de la exposición es de 1924: una de las primeras radios de lámparas, de las que había que escuchar con casco, que todavía funciona y que puede
verse en esta exposición. Las restantes piezas expuestas muestran la evolución de la tecnología radiofónica desde su nacimiento hasta la década de los sesenta.
Además la muestra se completa con gramófonos y tocadiscos, algunos de ellos "portátiles" -en maleta-, con radio integrada, que amenizaron los míticos guateques en los años 60 o los encuentros en la playa o en el campo. Algunos de los equipos de la exposición llevan incorporados los altavoces de la época, muy aparatosos, pero que proporcionaban un sonido de gran nitidez.
Otra de las piezas más antiguas expuestas es un dictáfono, aparato inventado en 1881 y antecesor directo del fonógrafo (Edison, 1877). Estos dos fueron los primeros inventos
capaces de grabar y reproducir sonido a través de cilindros de cartón y luego de cera. Se utilizaba para grabar discursos y conversaciones de voz para, posteriormente, reproducirlas y así poder transcribirlas.
En total son 99 piezas, todas en funcionamiento y escogidas de entre las más de 400 radios que tiene en su colección las que pueden disfrutarse en el Centro Comercial Ponte Vella. Tal y como relata el propio Severino Bermello "en la exposición se pueden encontrar radios fabricadas en España, en Francia, en Alemania o en Suiza...y alguna que se quedará en el tintero".
Apasionado por sus radios y también por contar las historias que esconden todas ellas, el propio Severino Bermello está, a menudo, presente en la exposición en determinadas horas y días para aportar detalles de su colección, en una oportunidad única de disfrutar de piezas ya muy difíciles de encontrar.
