OURENSE

La cercanía a arroyos variará la calificación de hasta 106 suelos

photo_camera Río Loña, cerca de la desembocadura en el Miño. Es uno sobre los que hay que hacer estudios (JOSÉ PAZ)

La Hidrográfica obliga a modificar el planeamiento en la ciudad para proteger cauces y definir avenidas, lo que puede afectar a parcelas del casco urbano pero sobre todo fincas del medio rural

La necesidad de que hasta 106 suelos de distinta superficie y fundamentalmente en el perímetro rural de la ciudad tengan que adecuarse a la normativa ahora en vigor de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, demorará notablemente la tramitación del nuevo Plan de Urbanismo y, además, endurecerá las condiciones de edificación en las áreas rurales que rodean el casco urbano. Porque la nueva legislación, contemplada en el Plan Hidrológico, es mucho más restrictiva que la anterior y de la misma forma que obliga a modificar el plan de urbanización en la Finca Mariñamansa para salvar el cauce del arroyo que atraviesa la zona, igualmente manda introducir cambios en las zonas del rural, concretamente en los suelos próximos a arroyos y ríos.

Precisamente, una parte sustancial de las 5.750 alegaciones que se presentaron tras la exposición pública del proyecto de planeamiento demandaba una mayor flexibilidad en la construcción en el medio rural, algo que ahora puede verse afectado por esta norma más estricta.

Junto a ello, se complicará la tramitación del planeamiento -aunque hace ya tiempo que el gobierno local confirmó que no podrá ser aprobado provisionalmente antes de que acabe este mandato- puesto que hay que realizar, de acuerdo con esa misma norma, estudios hidrológico-hidráulicos que definan las avenidas correspondientes a los 100 y 500 años, así como la máxima crecida ordinaria, la definición de la vía de intenso desagüe, de la zona de graves daños y de flujo preferente. Habrá que incluir perfiles transversales de los cauces, planos de planta y documentación que acredite el cumplimiento de la legislación, en lo que se refiere al reglamento del Dominio público hidráulico.

La medida apenas afecta a las proximidades del Miño -salvo en zonas concretas como el nuevo Pazo de Xustiza, cerca del río, que obligará a revisar lo construido para dar licencia de ocupación- y algo al Barbaña, pero sobre todo al Loña y a decenas de arroyos, algunos incluso sin nombre, comom reconoce la Confederación.

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