El Centro Cultural Marcos Valcárcel acoge hasta el próximo 8 de enero la exposición “Dimensión social dunha erótica da arte”, del artista César Taboada. Una muestra de pintura que presenta “unha mestura de xeografías, culturas e persoas que rompe os prexuízos que unen e separan ás diferentes civilizacións”, tal y como anuncia la institución. La muestra fue inaugurada ayer y está comisionada por Antón Castro, tal y como mencionó el pintor.
“Dimensión social dunha erótica da arte”, ¿por qué este título?
El título lo eligió Antón Castro de su análisis. En absoluto es escandalosa. Aquí está expuesto el tema del erotismo. El erotismo está en todo: en la publicidad, en todos los temas relacionados con el consumo y está, lógicamente, en todos los trabajos de la gente que nos dedicamos a plasmar lo que vemos alrededor. Y no es ninguna cosa que se deba ocultar ni una cuestión que se deba soslayar. Es una exposición muy vital, con mucho vigor, con mucha fuerza. Aunque yo creo que los que tienen que opinar son los que vengan a la exposición, que son los que realmente van a juzgar y tener una visión particular cada uno de ellos. Y que no va a coincidir, probablemente, con lo que digo.
¿Qué se puede encontrar quien visite la exposición?
La exposición tiene una parte muy grande dedicada a los sentidos, la música, la palabra, el coqueteo, la belleza efímera. Y por supuesto el trabajo cotidiano y una parodia de la realidad. Nos sitúa desde escenas muy ordinarias hasta escenas muy sofisticadas. Por otro lado, algunos cuadros llevan a pensar que ha habido un vendaval que los ha movido, porque están torsionados en forma de S, de caída; ahí la narrativa está bastante clara. Es un desfase del autor, nada más.
¿Los estilos anteriores a las vanguardias vuelven a estar de actualidad?
La pintura y la escultura están volviendo a unos “neos”: neorrealismo, hiperrealismo; mezclado con todo lo que viene antes de las vanguardias: impresionismo, expresionismo. En eso nos movemos y es nuestro lenguaje. Las vanguardias están retrocediendo. Se vuelve a una neorrealidad y parece que la gente lo agradece, porque estábamos cansados de ir a una exposición sin entender nada.
Coincide con cierta pérdida de valor de la fotografía debido a internet…
De entre los cambios de los últimos siglos, a muchos de nosotros nos ha sorprendido que, por ejemplo, ves hoy el diseño de una silla Thonet y no imaginas que es del siglo XIX. Son objetos de consumo que desde esa época se han reeditado y la gente ha perdido la conexión.
