Al mismo tiempo, Francisco Marín ha incidido en que se están acometiendo trabajos para reparar los daños causados por los incendios registrados los pasados meses de septiembre y octubre en las demarcaciones hidrográficas del Miño-Sil (1,2 millones de euros)
El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, ha hablado este lunes de una "situación de excepcionalidad" en toda la demarcación, al registrar al comienzo del año hidrológico un 65 por ciento menos de precipitaciones de la media y ha hecho alusión a la situación de Frieira, que "por primera vez" no se va a cumplir el valor trimestral de agua que llega a Portugal.
En todo caso, ha apuntado que el suministro para las poblaciones de más de veinte mil habitantes está garantizado.
En los dos meses que llevamos de año hidrológico (octubre y noviembre), la demarcación Miño-Sil ha registrado un 65 por ciento menos de lluvias de lo normal mientras que el caudal de los ríos se mantiene en niveles por debajo de la media.
Así, en lo que respecta al río Miño, aguas abajo del embalse de Belesar, éste lleva tan sólo un 20 por ciento de agua que debería llevar en esta época del año. Y aguas arriba (Lugo) lleva "un 90 por ciento menos", ha informado Marín, al concluir la reunión de la oficina de la sequía, en la que participó el Jefe de Planificación Hidrológica, Carlos Ruíz.
Además, agua que debería llegar a Portugal, según los datos recabados en la estación de control de Frieira, ha pasado de los 440 hectómetros cúbicos a 201, esto es "la mitad", incumpliendo el convenio de la Albufeira, que no se vería afectado. De hecho, ha asegurado que si este año "no fuera excepcional estaríamos obligados a desembolsar agua".
Entre los principales datos, ha subrayado el bajo nivel de los caudales que en el caso del río Miño tiene a su paso por Ourense sólo 34 metros cúbicos por segundo (debería llevar 200). Y aguas arriba (Lugo) lleva un 90 por ciento menos mientras que los embalses se sitúan a "un 40,9 por ciento de capacidad (18 puntos por debajo de la media)".
Con todo, ha garantizado que los núcleos de población con más de 20.000 habitantes "no van a tener problemas de abastecimiento" en caso de que las precipitaciones mantengan un nivel similar al del año 2016-2017, el peor de la serie histórica en cuanto a precipitaciones.
Ante esta situación, el Organismo de cuenca mantiene la situación de alerta por sequía y ha acordado convocar para el próximo 13 de diciembre al Consejo del Agua de la demarcación donde está representado el gobierno, la Xunta, hidroeléctrica, usuarios, comunidades de regadío, grupos ecologistas, para informar de esta situación.
En dicha reunión, la confederación pretende "simular posibles restricciones" si el año es igual de seco que el anterior a fin de trasladar cuál sería la situación si el año hidrológico se comporta "igual que el año pasado" o que "el peor de la serie histórica".
Al mismo tiempo, Francisco Marín ha incidido en que se están acometiendo trabajos para reparar los daños causados por los incendios registrados los pasados meses de septiembre y octubre en las demarcaciones hidrográficas del Miño-Sil (1,2 millones de euros).
Dichos trabajos consisten en limpiar las cuencas afectadas por los incendios a fin de que "cuando llueva" no se produzcan "tapones" u otro tipo de incidentes por arrastres de los restos vegetales que cayeron al cauce de los ríos debido a los incendios y que continuarán, en una segunda fase, en trabajos en colaboración con responsables de montes.
En este momento, están actuando brigadas en la zona de Lobios, Melón-Carballeda de Avia, Paderne-Baños de Molgas, As Neves, Ponteareas y Chantada.
"El objetivo es llegar a 24 brigadas en Galicia hasta final de enero" para que cuando vengan las lluvias no haya incidencias, ha detallado Marín, quien se ha mostrado optimista y confía en que se cumplan las predicciones de la Agencia Americana de meteorología, que prevé que un tiempo "más lluvioso de lo normal" en la "segunda quincena de diciembre, enero y febrero".
