La obra realizada en la Rúa das Burgas, contigua al albergue de peregrinos de la ciudad, que ha impedido la circulación normal por esta calle del Casco Vello, recuperó este fin de semana una especie de normalidad, empañada por una obra de dudoso gusto y en la que se han echado a perder piedras centenarias del pavimento en pleno Bien de Interés Cultural como es el Casco Histórico, siendo la puerta de entrada a uno de los grandes reclamos de la ciudad.
La "desfeita" en esta zona fue criticada ya por el BNG, que advirtió de los continuos levantamientos de calles para arreglos del cableado eléctrico, instalar fibra óptica o arreglar la red de saneamiento. En este caso, fueron unas obras del suministro eléctrico (las que ya han sido enlosadas) y de canalización de gas natural, pendientes, las que destrozaron una de las arterias de la zona antigua.
Por un lado, esta obra ha destrozado el patrimonio histórico, paralizó y complicó la entrada a los negocios de esta calle durante cerca de un mes. Por otro, ha finalizado con resultados ya visibles, y que cabrean a un vecindario de una zona golpeada por el abandono durante estos años. En esta rúa hay piedras que datan del siglo XIX y que han sido destrozadas sin que nadie del gobierno local haya levantado la voz de alarma. La empresa levantó el empedrado histórico sin ningún tipo de planificación aparente, con dramático resultado y dejando totalmente inservible el patrimonio histórico.
De hecho, los nacionalistas avanzaron la pasada semana que para que no se repitan estas intervenciones con nefasto resultado se apruebe un Plan Director de Infraestructuras en el Concello, que analice los pormenores y evita estas "desfeitas".
