En Japón, un santuario se reconstruye cada 20 años como impulso; el termalismo ourensano se sitúa ahora ante su renacer
La pérdida del complejo termal de A Chavasqueira, que conmocionó esta semana a la sociedad ourensana, se perfila como acicate de un termalismo ourensano que precisa de un impulso. La presencia mediática que ganó la provincia esta semana es una reposición en el mapa global del termalismo, acercando a la propia ciudadanía local a uno de sus particulares referentes.
Ourense aspira a convertir A Chavasqueira en su propio santuario de Ise, el más firme representante de la arquitectura japonesa, al estilo del balneario ahora arrasado por las llamas, y que los nipones echan abajo cada 20 años. Ese recinto sagrado se tira y se vuelve a levantar en una parcela contigua cada dos décadas.
"Es su esencia cultural", explica Álvaro Varela, arquitecto de la obra de A Chavasqueira, que se sirve de ese ejemplo para poner de manifiesto el espíritu que puede regir ahora entre la sociedad local.
Esta renovación, que se realiza en una ceremonia denominada "shikinen sengu", y que se celebra desde el año 690 en Japón, sirve de estímulo para demostrar que una obra de arquitectura japonesa como la de A Chavasqueira puede empaparse de esa filosofía.
El espíritu "shikinen sengu", que se realiza desde el año 69o, permite que tres generaciones de artesanos puedan participar en las tareas de carpintería de cada reconstrucción, arduas. "Es una forma de apoyo a los oficios", explica Varela.
Empujón
"Hay ilusión, solo con lo que han hablado estos días los medios, ha sido tremendo. Eso da energía", señala Pablo Villuendas, el gerente de Ibernisha, la empresa concesionaria de A Chavasqueira. Han dejado claro que ya están con el proyecto y que habrá novedades pronto, un apoyo que ha materializado el Concello de Ourense, secundado por la Diputación y la propia Xunta de Galicia. Se mantendrá la esencia original y se volverá a hacer, en lo que se espera acabe siendo un "shikinen sengu" a la ourensana.
El suceso más trágico en un edificio público que se recuerda en Ourense durante este siglo ha servido, al menos, para demostrar que la sociedad es firme defensora de la apuesta por lo termal, y que, en apenas dos décadas, los lazos de todo el desarrollo de la ribera del Miño con los vecinos han ido in crescendo.
La demostración de fuerza y de unión de estos ha de servir ahora para asumir muchos retos pendientes, más allá de la reconstrucción del "templo" calcinado.
Hotel Balneario
Es el gran anhelo de toda la clase política ourensana. Lleva años en el cajón, con la sucesiva caída de los planes generales de urbanismo como escollo principal. Desde el desarrollo termal iniciado por el exalcalde Manuel Cabezas en 2001, que remozó por completo el aspecto de las orillas del Miño a su paso por la ciudad, no se han dado pasos claros en el avance de un termalismo lastrado por la ausencia de una gran instalación que hiciese de faro del turismo. El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, ya avanzó en su momento que la Diputación no dudará en capitanear la instalación de ese gran complejo llamado a situar a Ourense en la vanguardia del termalismo mundial.
Las catas
La construcción del ansiado hotel balneario en la "zona cero" del termalismo, As Burgas, es viable técnicamente. Así lo garantiza el estudio encargado por la Xunta para conocer la capacidad real del caudal de As Burgas que a principios de este año determinaba que los registros son suficientes para sostener una infraestructura de relumbrón.
Más promoción
La mayor presencia del termalismo ourensano estos días, a causa del siniestro, ha permitido resituar a Ourense en el foco mediático. La captación de promotores interesados en invertir es fundamental, y la sobreexposición mediática que el "shikinen sengu" de A Chavasqueira facilitará el acceso a inversores.
Nuevo plan urbanístico
Con el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) a las puertas de aprobarse de forma provisional, se acerca una solución al histórico bloqueo, con la creación de un Plan Especial para el desarrollo termal tanto en la zona de As Burgas, como en la de la ribera del Miño. El PXOM que rige en la actualidad es e de 1986, tras las sucesivas caídas del aprobado inicialmente en 2003 y ordenación provisional de 2011.
Nuevos espacios
El edificio del Matadero Municipal en la zona termal, que está en desuso desde finales del pasado año, perfila un nuevo futuro en la zona, ya que abre la posibilidad de ampliar el desarrollo termal. El entorno del actual matadero y el campo de la feria son de titularidad pública. Y otra parcela, un poco más adelante, zona de titularidad privada, donde el nuevo PXOM prevé el uso habilitado para la construcción de un hotel.
Campaña electoral
La cercanía de las elecciones municipales del próximo 26 de mayo promete situar el termalismo como eje de campaña, tras el suceso de esta semana. Con estos mimbres, algunas fuerzas ya han puesto sobre la mesa una futura ampliación del área termal.
