El chiflo volvió a sonar en Ourense

Los niños del colegio de Luíntra homenajearon la gesta de su vecino José María Rodríguez, el afilador que inspiró al genio del jazz Miles Davis. Celita, su sobrina, mostró el famoso chiflo a los más pequeños y contó cómo se lo había regalado su tío. 

Celita González, la sobrina de José María Rodríguez, el afilador de Luíntra que inspiró al genio del jazz Miles Davis, custodia como un tesoro el chiflo de su tío, el hombre que tocó para el etnomusicólogo americano Alan Lomax el 29 de noviembre de 1952 y cuyos sonidos terminaron después iluminando al trompetista para componer “The Pan Piper”, del álbum “Sketches of Spain”. Los niños del colegio de Luíntra, que llevan un curso investigando la gesta de su vecino, presentaron ayer los resultados de un proyecto que culminó con la inauguración de tres murales de Antón P. Couto en honor a lo que supuso la gesta de su vecino y recibieron la visita de la entrañable Celita, que mostró el chiflo que su tío le dejó en herencia. Una reliquia que valoraron los chavales: los más animados se atrevieron a tocarlo.

“A mi tío lo recuerdo con mucho cariño y mucho amor. En el 1955 emigró para Venezuela, después me casé y mi marido se fue a Venezuela también. Nos marchamos y estuvimos todos juntos allá”, explicó ayer Celita, que alabó como “estupendo y muy grande” el acto que el colegio de Luíntra preparó para homenajear a su tío.

Los escolares de Luíntra entregaron un ramo de flores a la sobrina de José María. Incluso una de las niñas descubrió que el afilador era un pariente lejano de su familia. José María emigró a Venezuela y falleció en el país en los setenta, veinte años después de que Alan Lomax quedase fascinado por el sonido de su chiflo en su periplo por las aldeas de España para recoger los sonidos de la tradición oral. El sonido del chiflo del afilador, tan ourensano, pasaría a la historia gracias al genio del jazz Miles Davis. Los primeros segundos de “The Pan Piper” suenan igual que el chiflo de José María Rodríguez. 
Los niños de Luíntra también bucearon en la correspondencia que llegaron a enviarse Alan Lomax y José María. El etnomusicólogo estaba muy agradecido al afilador ourensano y a sus colaboradores: en una de las misivas le propone enviarles 200 pesetas como detalle y bromea con que José María se hará famoso. Y así fue.

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