LR- Un sistema único en el Estado, que investiga la ruesa Fundación Valle del Sil en colaboración con el Consello Regulador valdeorrés, pondrá fin al uso del código de barras en el mundo del vino. Un chip colocado en la botella facilitará los datos del caldo, desde la viña hasta la temperatura de fermentación (su trazabilidad). La tecnología de radiofrecuencia ’bluetooth’ permitirá a los consumidores leer esta información en el supermercado con los teléfonos móviles. Carrefour y El Corte Inglés ya se interesaron por él.
Las bodegas ya se ’pelean’ por los resultados de una investigación enológica que desarrolla la valdeorresa Fundación Valle del Sil -con sede en colegio rues Pablo VI y dedicada a la investigación y formaciónen colaboración con los técnicos del Consello Regulador de la Denominación de Orixe Valdeorras. Muy pronto, cualquier consumidor podrá conocer todo lo que le interese de un vino embotellado sólo con llevar el teléfono móvil al supermercado.
Un simple chip, oculto en la parte posterior de la etiqueta de la botella, recogerá todo el proceso seguido en la elaboración del vino. Este sistema recogerá desde las características de la viña de donde proceden las uvas hasta la temperatura de fermentación, los depósitos y todos aquellos detalles que puedan tener interés, o lo que es lo mismo, su trazabilidad. Su aplicación supondrá el fin del código de barras, al que sustituirá.
’Se trata de reflejar toda la trazabilidad de un vino, incorporando un chip en cada botella’, explicó Santiago Fernández, vicepresidente de la fundación. La investigación comenzó hace dos años y ahora los trabajos se centran en trasladar los avances logrados a la tecnología ’bluetooth’, o transmisión de información mediante radiofrecuencia. Este sistema ya se aplica a la telefonía móvil, por lo que ’acercando un teléfono móvil a la botella se lea la trazabilidad’, según dijo Santiago Fernández.
Valle del Sil también mantiene contactos con la empresa Hewlett Packard, buscando conseguir el sistema inalámbrico de lectura de información más adecuado. Asimismo, inició las gestiones encaminadas a conseguir que una empresa de certificación garantice y avale el nuevo sistema.
Este método, el primero de estas características que se promueve en todo el Estado, interesa a bodegueros y distribuidores. Incluso sin estar finalizada la investigación, dos grandes cadenas -Carrefour y El Corte Inglésdaban su visto bueno a este método. Sus directivos son conscientes de que la incorpo ración del chip en la etiqueta evitará el empleo de los actuales sistemas antirrobo. También hay bodegas interesadas en incorporarlo a sus productos, pues permitirá utilizar dos idiomas, lo que supone grandes ventajas para los vinos dirigidos a la exportación.
Santiago Fernández confía en que el sistema esté ultimado en menos de cinco meses y que pueda ser utilizado en la próxima vendimia. La fundación considera fundamental el apoyo de la Xunta para agilizar unos trabajos que están realizando tres informáticos en sus ratos libres.
