El CHUO atiende a 250 pacientes de asma grave al año

Los enfermos crónicos controlan su dolencia con una App diseñada por neumólogas del hospital

Ahogo, tos, pitidos y opresión en el pecho son los síntomas de alarma que sufren los pacientes de asma, según aseguró ayer Coral  González, neumóloga del Hospital Universitario de Ourense (CHUO) y miembro de la unidad de asma de este centro, que atiende cada año a unas 250 personas diagnosticadas de asma grave. 

Con motivo del Día Mundial  del Asma, las profesionales de esta unidad, acreditada con el nivel de excelencia por la Sociedad Española de Patología Respiratoria (Separ),  quieren implicar a los enfermos crónicos en el conocimiento de su dolencia y la responsabilidad del autocuidado. Para ello, el grupo de trabajo de asma de la Sociedade Galega de Patoloxía Respiratoria (Sogapar), de la que forman parte las neumólogas del CHUO, ha diseñado y creado una App de móvil de descarga gratuita, llamada Asmacontrol, con la que los pacientes pueden controlar sus síntomas. “Es como un diario de síntomas, apuntan si han usado el tratamiento y  la aplicación les recuerda que deben tomar la medicación”, explicó González.

El asma grave, que afecta a más mujeres que hombres, y a pacientes de mediana edad, sobre todo de entre 50 y 60 años, es una enfermedad crónica que debe  estar bien controlada. Quienes la padecen “toman corticoides orales, han tenido crisis y han ido varias veces a urgencias. Cuesta mucho tratarla”, reconoce González, que trabaja para implicar a los pacientes, junto a las especialistas Iria Veiga y Raquel Dacal.

Los pacientes con asma grave no controlada suponen un pequeño porcentaje, pero consumen hasta el 50% de los recursos destinados a su tratamiento, ya que precisan más ingresos, pruebas, consultas y fármacos. Cuando esta dolencia no se controla, aumentan sus necesidades asistenciales  y empeora su calidad de vida. 

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