El CHUO busca ideas para mejorar la sanidad gallega

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photo_camera Xoán Miguéns y María Herranz, en el huerto terapéutico emplazado en la azotea del nuevo edificio del CHUO.

El nuevo edificio desarrollará 24 proyectos para mejorar la atención del paciente hospitalizado

El nuevo edificio de hospitalización del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense está orientado al desarrollo de hasta 24 proyectos innovadores en un entorno controlado, en el marco de la hospitalización experimental (Living Lab). Detrás de esta veintena de iniciativas se encuentra un equipo multidisciplinar, que tiene como caras visibles a María Herranz, técnica de la Unidad de Calidad, Investigación e Innovación, o a Xoán Miguéns, jefe del servicio de Rehabilitación, departamento con parte importante en varios proyectos. "Supone un cambio y una apuesta importante por empezar con nuestros pacientes a movilizarnos y rehabilitarlos de forma precoz. No vamos a experimentar con los pacientes, sino hacer innovación; es decir, tratarlos de una forma distinta para mejorar su calidad de vida", puntualiza Miguéns. En cualquier caso, la participación del paciente es voluntaria.

La técnica de calidad María Herranz destaca la oportunidad que tiene Ourense para mejorar el sistema sanitario gallego y nacional. "Cualquier persona que tenga una idea y considere que pueda mejorar la asistencia que se da a los pacientes la puede plantear". Para ello, se cuenta con un espacio específico: Nodo de innovación, emplazado en la planta cero. El propósito es crear un ecosistema de colaboración estrecha entre pacientes, profesionales, universidad y empresas. "Es una oportunidad muy grande para Ourense: para la población, universidad, empresas, profesionales y hostelería. Por ejemplo, en septiembre va a haber una reunión del clúster gallego de empresas del sector, que en lugar de ser en Santiago, vienen a Ourense para ver el Living Lab", subraya Herranz.

AZOTEA

La idea del nuevo edificio es proporcionar un entorno más amable a los usuarios, según el jefe de servicio de Rehabilitación. "La mayoría de nuestros pacientes tienen una edad avanzada, por lo que cualquier ingreso supone una situación de especial estrés para ellos", explica Miguéns. Su propósito es modificar el entorno y la forma de trabajar con los usuarios en los momentos en los que tienen que ingresar en el hospital. "Para ello, les ofreceremos una situación más próxima a la realidad que viven diariamente, con un entorno como es la azotea, que proporciona un ambiente diferente a una hospitalización convencional". En la azotea, en la octava planta, se sitúan los huertos terapéuticos, donde se realizarán tareas de puericultura que requieren poca actividad energética, y el parque biosaludable. "Ambas zonas están conectadas por un pasillo que permite una deambulación asistida. Nos permitiría trabajar la capacidad de caminar con pacientes que tuvieron alguna afectación del sistema nervioso", concluye Miguéns.

La hospitalización experimental es uno de los nueve subproyectos del H2050, que junto con el Innova Saúde son dos planes de innovación sanitaria financiados con 90 millones de euros. 

Análisis y tratamiento de los trastornos del equilibrio  

El jefe del servicio de Rehabilitación señala que el proyecto más importante con Traumatología es la utilización del posturógrafo (aparato para el diagnóstico y tratamiento de alteraciones de equilibrio) en el estudio de los pacientes que han tenido una fractura de cadera. "Es un proceso con una mortalidad importante, que afecta a pacientes de avanzada edad. Además, tiene unas consecuencias funcionales muy notables. Muchos pierden la capacidad de caminar y autocuidado. Todo esto lo intentamos modificar", explica Miguéns. El experto señala que el posturógrafo es un equipo que facilita el análisis de forma minuciosa de los trastornos del equilibrio. "Nos permite retirar los sensores que tenemos en nuestro organismo para controlar el equilibrio –dice Miguéns–. Fundamentalmente, la visión, la posición de las articulaciones y una información que envía el oído interno". Su objetivo es evaluar ese trastorno del equilibrio y tratarlo. "Además, ver si conseguimos que ese paciente no se vuelva a caer y fracturar", dice el experto. Ahí, la vitamina D juega un papel crucial. "Sin embargo, no sabemos en que punto puede actuar o si es en más de uno. Lo vamos a evaluar". 

Combate de fobias a través de gafas de realidad virtual

El uso de entornos virtuales mediante gafas 3D para controlar la exposición que tiene una persona a determinados estímulos es uno de los proyectos integrados en la hospitalización experimental. "Por ejemplo, a una persona que tenga una fobia concreta a las arañas o al agua, podemos de una forma controlada suministrarle estímulos progresivos que permitan ir acostumbrándose a esa señal que de entrada les produce un rechazo tan grande", destaca Xoán Miguéns. 
Por otro lado, se ideó un equipo de estimulación magnética transcraneal, vinculado a cuatro proyectos. Esta modalidad nueva de tratamiento permite aplicar campos magnéticos controlados en el sistema nervioso central del paciente. "Tenemos proyectos para ver si podemos mejorar la percepción del dolor y el impacto que tiene en nuestros pacientes. También interviene la forma de caminar en algunas enfermedades neurodegenerativas". El estado de ánimo es otro de los aspectos con implicación directa en el cerebro". 

Además, utilizarán ondas de choque extracorpóreas en otro proyecto para disminuir el impacto que tiene la espasticidad, un aumento del tono muscular que el paciente no puede controlar. 

Control del paciente en su domicilio sin necesidad de estar hospitalizado

La idea de innovación va más allá del nuevo edificio de hospitalización del CHUO. Engloba a los facultativos de Atención Primaria. "Queremos que el paciente, en su entorno habitual, podamos controlarlo sin necesidad de estar hospitalizado; es decir, saber en todo momento cómo está ese paciente y qué podamos hacer por él", apunta Xoán Miguéns. 
En cuanto a la hospitalización, uno de los objetivos es modificar la forma de atender al paciente anciano con varias enfermedades. "Este tipo de usuario, cuando ingresa se desorienta y es pasto de la inmovilización, porque no tiene estímulos, recuerda Miguéns. "Pretendemos que la habitación sea menos hospitalaria, con un mobiliario más parecido al de su entorno", añade. En este sentido, contemplan la posibilidad de que el usuario pueda traer artículos como fotos o su reloj de la mesilla de noche. "Así le facilitamos un entorno que le permita una vida más activa y salir de la cama lo antes posible", explica el jefe de servicio de Rehabilitación. 

Videoconsolas para personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica 

La hospitalización experimental incluye un proyecto para la rehabilitación de pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, un colectivo con una elevada tasa de reingresos. "Hay mucha bibliografía que dice que la realización de determinados tipos de ejercicios favorecen que el número de ingresos sea menor y la estancia hospitalaria sea más corta. Para esto, hemos diseñado un proyecto que utiliza videoconsolas para que hagan un ejercicio con el compañero de habitación", explica Miguéns. Esta intervención será medida con equipos que permitirán al personal sanitario precisar cómo se entrenan los músculos que intervienen en la respiración.
Para los pacientes con ingreso prolongado, que pierden masa muscular de forma rápida, se diseñó un proyecto en el que se utilizan prendas que tienen una serie de electrodos que activarán sus músculos mientras estean encamados. 

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