El Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) es pionero en Galicia en la técnica de la ablación para tratar tumores pediátricos. El personal de la sección de Radiología Vascular Intervencionista realizó el pasado jueves, por primera vez, una actuación de este tipo en el tumor óseo de una paciente de 14 años. La intervención, mínimamente invasiva, permitió destruir el bulto por congelación (crioablación). “Lo innovador de esta técnica es que no necesitamos operación. Localizamos por imagen la lesión y la tratamos directamente por una incisión mínima, sin cicatrices. No necesitamos llevar a cabo una operación quirúrgica”, explica Amad Abu-Suboh, uno de los radiólogos participantes.
La paciente, de hecho, recibió el alta, apenas un día después de someterse a la crioablación. “En ciertos pacientes es prudente un día de ingreso, pero después ya se pueden incorporar a su vida con normalidad”, asegura Abu-Suboh. Este tipo de tumores óseos son benignos, de pequeño tamaño y escaso crecimiento, aunque dolorosos.
La técnica
El equipo ourensano se estrenó en la intervención pediátrica con la colaboración de José Antonio Narváez, jefe clínico de la sección de Radiología Músculo-Esquelética del servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona). “Es un referente a nivel nacional y europeo en este tipo de técnicas. Vino a ayudarnos, ya que es la primera vez que hacemos crioablación en el hueso y en un paciente pediátrico”, destaca Abu-Suboh. Los facultativos realizaron la intervención en el nuevo tomógrafo computerizado, instalado el pasado febrero en el hospital. “Para nosotros este nuevo TAC es un antes y un después”, asegura.
Los radiólogos del CHUO llevan ya casi tres años utilizando esta misma técnica para tratar tumores renales. “Hacemos una media de 50 o 60 intervenciones al año”, apunta el facultativo. De hecho, el CHUO es el único hospital gallego en el que se realiza, y uno de los de más actuaciones a nivel estatal. “Nuestro hospital es referente en el tratamiento de tumor renal, tenemos mucha experiencia acumulada y muy buenos resultados”, resalta.
El radiólogo destaca los beneficios de las técnicas mínimamente invasivas, sobre todo, para la recuperación del paciente: “Permiten tratar de forma percutánea la patología, sin necesitar un quirófano, ahorramos días de ingreso, desgaste emocional del paciente… esta realidad era impensable hace unos pocos años”.