La Unidad de Arritmias sigue a través de telemetría a 600 pacientes portadores de un hólter implantable
La Unidad de Arritmias y Marcapasos del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense supera ya los 5.000 marcapasos colocados. Van por el número 5.060. "Es una especialidad muy agradecida. Metemos a quirófano a gente que está muy mal y sale absolutamente curada para incorporarse a una vida normal. Tenemos pacientes que conducen camiones de gran tonelaje que van al extranjero y otros que hacen deporte", explica Antonio Garrido Valenzuela, responsable de esta sección perteneciente a la Unidad de Cuidados Intensivos del CHUO, a cargo del doctor López Ciudad.
En cuanto a los avances, el cardiólogo destaca que están al día en las últimas tecnologías. "La gerencia no tiene ningún inconveniente. Estamos mejorando conforma avanza la técnica". En este sentido, cuentan con marcapasos de última generación, cuyo peso se sitúa entre los 20,8 gramos y los 31,2 gramos. El experto recuerda que en la actualidad ya no son necesarias recomendaciones especiales después de su colocación. "Los dispositivos antiguos tenían muchas limitaciones. Una de ellas era que no se podían hacer resonancias magnética".
Monitorización
Además de la terapia antibradicardia, el equipo de Garrido Valenzuela trabaja con distintos dispositivos. Entre ellos, el hólter que sirve para el diagnóstico de arritmias. "Son dispositivos muy pequeños que inyectamos de manera subcutánea y van dando las alarmas de la frecuencia cardíaca del paciente todos los días".
A día de hoy, en torno a 600 pacientes ourensanos son ya portadores de telemetría unidireccional. "Sólo nos mandan información. Nosotros no podemos actuar contra el marcapasos", matiza. "Diagnostican arritmias ocultas, que son muy peligrosas; nos avisan del tiempo de vida que le va quedando al dispositivo con muchísima precisión y nos mandan trazados de los pacientes dependiendo con la frecuencia que queramos", enumera.
Además de Garrido Valenzuela, la Unidad de Arritmias y Marcapasos está compuesta por los cardiólogos Pérez Veloso y González Chana. Los tres están acreditados en el nivel III de especial competencia en estimulación cardíaca para marcapasos, hólter subcutáneos, desfibriladores automáticos implantables y resincronizadores. "Estamos dotados para la enseñanza", puntualiza. En este sentido, el cardiólogo destaca la importancia de realizar cursos de reciclaje para los médicos de Atención Primaria con el fin de tener una mayor información sobre estos dispositivos ya que la población portadora irá en aumento. Precisamente, el 3,9% de los ourensanos mayores de 50 años son portadores de algún dispositivo de los que se implanta en esta unidad. "Su colocación se dispara por encima de los 50 años", apunta.
El factor más importante por el que hay que indicar cualquiera de estas terapias es por la fibrosis del tejido de conducción cardíaca. "La fibrosis es más frecuente conforme avanza la edad. Además, en nuestros tiempos en los que la gente llega a edades muy avanzadas, pero con muy buena calidad de vida, no hay ningún motivo que contraindique la implantacion de marcapasos a pacientes por encima de los 90, incluso. No se le niegue a nadie", concluye Valenzuela.
