Los responsables del sector de animación apuestan por que el Festival de Ourense rompa los límites y se convierta en un referente de la nueva animación que se produce en Galicia y España a nivel internacional. Profesionales encargados de presentar el ciclo Animadissimg consideran que en la comunidad existe un gran nivel de jóvenes dibujantes y que sería preciso organizar su trabajo y, sobre todo, buscar nuevas vías de promoción, para que puedan hacer llegar sus creaciones a todos los rincones del mundo.
La animación no es cosa de niños. Así de claro se expresaron los profesionales encargados de presentar una de las novedades más interesantes de este Festival: el ciclo Animadísimg, en el que se proyectarán las películas gallegas Gritos en el pasillo y La crisis carnívora, la española Huérfanos electrónicos, la danesa Trekel in trouble y la brasileña Wood & Stock: sexo, orégano e rock140n roll. Todos ellos son filmes destinados a un público adulto, y con nuevas técnicas de animación para hacer frente a los grandes estudios como Disney o Pixar.
Manuel Cristóbal, director general de la empresa gallega audiovisual Perro Verde y Chelo Loureiro, directora ejecutiva de la firma Continental, mostraron su confianza en que el certamen ourensano se convierta en un festival audiovisual. Cristóbal confirmó que se trata de un nicho de mercado que todavía está libre y que cuenta con una gran cantidad de mercado. Además, abogó por trabajar on line, de modo de que todas las novedades del audiovisual que se presenten en Ourense puedan ser conocidas después a través de la web. Se trata de convertir este festival en un punto de encuentro para todos los amantes del sector, señaló Manuel Cristóbal.
El representante de la empresa Perro Verde, coincidió con el director gerente del Festival, Enrique Nicanor, en que en Galicia hay muy buenos dibujantes, muchos jóvenes interesados en la animación, lo que consideraron como vital para crear un mercado en el futuro.
Manuel Cristóbal y Chelo Loureiro resaltaron que el cine de animación debe ser entendido no como un género, sino como una técnica y ante la imposibilidad de competir con las majors confirmaron que el futuro pasa por buscar nichos de mercado internacional a los productos realizados en España.
Apuestas españolas
En este sentido destacaron la apuesta que supuso el filme Gritos en el pasillo, realizado por dos jóvenes a base de cacahuetes, que costó 6.000 euros y que ha sido muy bien recibido en el extranjero; o la película De profundis, realizada por el dibujante Miguelanxo Prado y traducida a 30 idiomas.
Manuel Cristóbal, director general de la empresa gallega audiovisual Perro Verde y Chelo Loureiro, directora ejecutiva de la firma Continental, mostraron su confianza en que el certamen ourensano se convierta en un festival audiovisual. Cristóbal confirmó que se trata de un nicho de mercado que todavía está libre y que cuenta con una gran cantidad de mercado. Además, abogó por trabajar on line, de modo de que todas las novedades del audiovisual que se presenten en Ourense puedan ser conocidas después a través de la web. Se trata de convertir este festival en un punto de encuentro para todos los amantes del sector, señaló Manuel Cristóbal.
El representante de la empresa Perro Verde, coincidió con el director gerente del Festival, Enrique Nicanor, en que en Galicia hay muy buenos dibujantes, muchos jóvenes interesados en la animación, lo que consideraron como vital para crear un mercado en el futuro.
Manuel Cristóbal y Chelo Loureiro resaltaron que el cine de animación debe ser entendido no como un género, sino como una técnica y ante la imposibilidad de competir con las majors confirmaron que el futuro pasa por buscar nichos de mercado internacional a los productos realizados en España.
Apuestas españolas
En este sentido destacaron la apuesta que supuso el filme Gritos en el pasillo, realizado por dos jóvenes a base de cacahuetes, que costó 6.000 euros y que ha sido muy bien recibido en el extranjero; o la película De profundis, realizada por el dibujante Miguelanxo Prado y traducida a 30 idiomas.
