educación

Ciencias e idiomas aumentan su demanda en el nuevo curso

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photo_camera Daniel Lorenzo, director del Otero Pedrayo, llama a los estudiantes de 2º de la ESO.

Directores de institutos definen dos asignaturas pendientes: el uso del móvil y los problemas de tráfico

Las vacaciones de verano se han acabado: es oficial. Los alumnos de secundaria y Bachillerato, últimos en incorporarse al curso escolar, ya han vuelto a clase. Durante este lunes, institutos y colegios de la ciudad acogieron a 6.647 de estudiantes en su primer día del nuevo curso. En los pasillos, ajetreo generalizado. Profesores y equipos directivos de un lado para otro, afinando los últimos detalles de horarios y alumnado.

"Es un día de caos por las presentaciones, en breves les daré la bienvenida a los chicos", comenta Carlos Ferreiro, director del Instituto Eduardo Blanco Amor. El centro comienza este año con un nuevo proyecto, el STEMbach, pionero en Ourense. "Es una gran novedad, pueden escoger cursar su Bachillerato normal y, a mayores, obtener este título", explica. La especialización consta de cuatro ramas: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Los alumnos interesados cursarán horas lectivas por las tardes, donde recibirán formación de diversos módulos. Por su parte, Lupicinio Peña, director del Colexio Salesianos, destaca la buena acogida del bachillerato americano entre sus estudiantes. "Este es el tercer año que lo ofertamos y es el de mayor demanda, las cosas van poco a poco", dice. En Salesianos, los alumnos ya tuvieron jornada completa en su primer día, después de la bienvenida. Entre ciencias y letras, equilibrio. "El único cambio de este año es que ha aumentado la demanda de latín, pero esas cosas van por hornadas", puntualiza. Como novedad, los alumnos de 1º de la ESO disfrutarán de la "superaula", un tipo de clase más cooperativa entre compañeros. Desde Maristas, Fernando Ampudia señala que la demanda de ciencias es superior a la de sociales y humanidades: "Tenemos larga tradición en biosanitarias y hay mucha más tendencia del alumnado a escoger ese itinerario". En el Instituto Otero Pedrayo, Daniel Lorenzo, director del centro, se estrena este año en su puesto. "Todo o equipo directivo é novo, estamos nerviosos porque hoxe (por ayer) é unha tolada, pero estamos encantados", comparte. "Este ano volvimos a cubrir o cupo total de alumnado por clase e chegamos aos 30", explica.


Asignaturas pendientes


La situación de embotellamiento que se produce en las inmediaciones de algunos los centros educativos en horas de salida y entrada sigue siendo una asignatura pendiente en la ciudad. "Este centro plantea ciertas dificultades porque tenemos a 220 niños de infantil", señala el director de Salesianos. "Todavía no hemos hablado con el anpa después de la reunión con el Concello, pero creemos que es un tema que le compete al órgano municipal, como mucho, solo podemos cooperar con ellos", dice Fernando Ampudia. En los institutos, el tráfico no plantea un problema, según apuntan sus directores. La otra asignatura pendiente es el uso de móviles entre los alumnos. Si bien dentro de los centros educativos se utilizan otros dispositivos electrónicos, con uso educativo, los teléfonos siguen siendo un problema. "Por mucho que los concienciemos, no se dan cuenta de lo peligroso que es", señala Ampudia. Blanco Amor, Otero Pedrayo y Maristas han prohibido su uso en las instalaciones, con casos "aislados" de estudiantes que se han saltado la norma. Por su parte, en Salesianos, los jóvenes pueden encender el móvil en los recreos, aunque su director señala que hay peticiones para prohibirlo por completo.


Horarios de clase y grupos, preocupaciones del primer día


Abrazos, risas y gritos de alegría forman parte de la imagen que ayer se repitió en la salida de los centros educativos de la ciudad. Tanto para aquellos que solo tenían presentaciones como para los que ya tuvieron jornada completa en los centros, la mañana supuso la vuelta a la rutina tras las vacaciones de verano. Si para sus profesores era un día "de locos", para ellos también. "¿Por dónde es?", "¿a dónde váis por ahí?", "¿cuándo nos toca entrar?", "¿en qué grupo estás tú?" eran algunas de las preguntas que se escuchaban entre los pasillos, donde más de uno se perdió por el camino. "Yo todavía no tengo claro qué horario tienen esta semana, la verdad", señaló una madre. Nervios a un lado, el bullicio que se oía desde las calles demostró las ganas que muchos alumnos tenían de volver a clases, aunque solo sea por ver a sus amigos de siempre después de unos meses de desconexión. 
"Claro, siempre hay ganas de empezar para ver a los amigos que hace tiempo que no veo", señalaba una estudiante. Hoy ya comienzan en sus horarios habituales, aunque durante estos primeros días, el ritmo todavía será un poco lento. "Aún estamos llegando de las vacacaciones como quien dice, poco a poco nos vamos acostumbrando a la rutina", señalaba un conserje. 

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