Tras la finalización del montaje de la vía derecha en la recta de Campobecerros, punto de encuentro de los equipos de trabajo de Ferrovial que arrancaron desde Pedralba y los de Convensa, desde Taboadela, el Adif iba a iniciar de manera inmediata las pruebas dinámicas de carga en los viaductos de los 104 kilómetros ya montados de la vía derecha entre ambos extremos del tramo.
El plan era empezar el pasado lunes, 23 de marzo, con trenes cargados de balasto. Pero no pudo ser. El cierre de los hoteles, hostales y pensiones, así como de los restaurantes ocasionó un problema logístico que impidió el desplazamiento del equipo de técnicos que se ocupa del seguimiento de las pruebas.
Cada viaducto requiere de varios días de trabajo a un equipo de técnicos que, en primer lugar han de colocar los sensores en distintos puntos del viaducto, conectarlos a equipos informáticos que les permiten posteriormente hacer un seguimiento muy meticuloso de las pruebas, para ver el impacto que esas circulaciones a diferentes velocidades, siempre en situaciones extremas, puede ejercer en las condiciones de la infraestructura y luego retirar todo el equipo y analizar los datos.
La nueva disposición tomada por el Ministerio de Transportes, publicada el 25 de marzo en el BOE que permite la apertura de alojamientos para cubrir las necesidades derivadas de los servicios esenciales y las obras declaradas de interés general, entre las que se incluyen las de la línea gallega de alta velocidad, ha permitido solventar esta situación que ya había empezado a afectar también al desarrollo de las obras que se están llevando a cabo entre Pedralba y Ourense. Adif espera iniciar esta fase de pruebas en el curso de los próximos días. Previsiblemente, la próxima semana
