El conflicto del ruido nocturno en el Casco Vello ha vuelto a saltar a la palestra tras las semanas navideñas. La concejalía de Urbanismo asegura "sobrecarga" de reclamaciones sobre actividades ilícitas de locales nocturnos, mientras los vecinos recuerdan que siguen sin descansar. "Entendemos la sobrecarga, y les pedimos disculpas, pero nosotros seguimos sin poder descansar o teniendo que abandonar nuestras casas", apuntan desde la asociación O Cimborrio.
La entidad vecinal, que participa en la comisión de ruidos municipal, asegura a la concejalía su colaboración para erradicar los problemas de ruidos del barrio histórico. "Estamos dispuestos a ayudar a reconducir esta situación, que lleva casi 20 años perjudicando gravemente la salud de todos los vecinos", aseguran los afectados. Aún así, los vecinos reclaman al Concello acciones y resultados: "Si un local tienen denuncias por incumplir aforo, no respetar hora de cierre, retirar el limitador de sonido, volumen alto... todo avalado por informes técnicos y policiales. Ahí tenemos un problema que habría que atajar a la mayor brevedad". Piden que las sanciones se cumplan, y señalan casos de locales sancionados que vuelven a retomar su actividad sin cambiar la licencia, pero con otro nombre. "El sufrimiento de las personas aumenta con la injusticia", apuntan.
Desde su creación, a inicios del año pasado, O Cimborrio reivindica la necesidad de hacer cumplir la actual normativa municipal. "No queremos prohibir nada, cerrar nada ni encerrar a nadie, pero vamos a luchar por lo nuestro y lo de nuestros hijos. Hasta donde haya que llegar", aseguran desde la asociación. El próximo día 15, los vecinos tienen cita en la segunda reunión de la comisión de seguimiento municipal contra los ruidos.
