Cine Mary, "elegante y confortable"

El viernes 15 de febrero de 1946, La Región anunciaba a toda página la inauguración del Cine Mary, situado en la calle Cardenal Quiroga, muy cerca del Paseo, propiedad de don Guillermo Vázquez Delage, funcionario de Hacienda y dueño del solar, siguiendo el proyecto del arquitecto Álex Reilén, el mismo autor, años después, del edificio de la Torre. Sus hijos Guillermo y Pepe y su yerno Emilio Amor se harían cargo de la dirección del cine en distintas etapas. La familia Vázquez -recuerda su nieta Tere- disfrutaba del privilegio de un pequeño saloncito en la primera planta desde el que ellos y sus amigos veían la pantalla. La crónica periodística del acontecimiento destacaba las más de 500 butacas “cómodas”, tapizadas en pana azul y con brazos de nogal tallados; la temperatura “excelente”; la iluminación “grata”; la decoración “bella y suntuosa”; la acústica “inmejorable”. El cronista destacaba también que el nuevo cine no tenía las butacas situadas en la parte superior conocidas con el nombre de “Paraíso”, lo que suponía una novedad, y consideraba esa ausencia muy favorable porque le daba “distinción” a la sala y evitaba los burdos comentarios que a veces hacía el público y la chiquillería desde allí arriba. Pero lo que más alaba el cronista es la decoración del pintor Prego de Oliver en las tres puertas que daban acceso al elegante hall de entrada y el mural del mismo pintor, todo iluminado por una gran araña de cristal. A esa colaboración de Prego dedica Florentino L. Cuevillas un largo artículo titulado “Magia”, publicado en la misma página. La gran araña de cristal que lucía en el hall. Una ciudad, cuatro salas Cuando el Mary nacía, los ourensanos contaban ya con tres magnificas salas en las que disfrutar del cine: el antiguo Teatro Principal, transformado en cine desde 1915; el Losada de la calle del Paseo (hoy tienda de Zara), inagurado en 1926, y el Xesteira de la calle Capitán Eloy, de 1941. Dos años después, en 1948, abriría el Avenida en la calle Curros Enríquez, destacando por su capacidad y su buena acústica. Desde el año anterior, La Región contaba con la sección titulada “Miscelánea cinematográfica”, y desde 1950, con una sección crítica e informativa de los estrenos en los cines locales .La sección estaba a cargo de los periodistas Vázquez Gimeno y Alejandro López Outeiriño. El colaborador de La Región Ricardo Gago, contaba en 2014 una anécdota ocurrida en el Mary: Humberto, el operador de cabina, se despistó y en el NODO del día aparecía Franco inagurando un pantano con los pies para arriba y la cabeza para abajo. La risotada general del público provocó las iras del policía “secreta” que, obligatoriamente, asistía a la sesión ,quien detuvo al pobre Humberto por “alterar el orden público”. Las elegantes puertas de la entrada, obra de Prego de Oliver, como el mural. Artesanía y buen gusto La página de publicada en La Región incluía seis anuncios de las empresas que participaron en la obra: las butacas eran un trabajo del carpintero Javier Pereira, quien tenía su taller en el 18 de Capitán Eloy; las conchas de yeso que cubrían la iluminación eran obra del escultor Antonio Gómez del Campo, con taller en la calle Marcelo Macías número 12; la calefacción y la refrigeración eran cosa de los Hermanos Rodríguez de Vigo, cuyo representante en Ourense era Manuel Carrera; la pintura estuvo a cargo de “Arcas” establecido en la plaza de la Magdalena numero 11; la maquinaria del cine era de la firma catalana Ossa, y la construcción estuvo a cargo de la empresa Carrión. El cine “Mary” cierra al comienzo de los años 90. Poco después adquiere el edificio la parroquia de Santo Domingo, siendo párroco don Emilio Lorenzo, que destruye el cine y lo convierte en salón parroquial.