ESTUDIO

Cita previa para estudiar: “No vale de nada quejarse"

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photo_camera Estampa de la biblioteca Rosalía de Castro en periodo de exámenes.
Los estudiantes comparten espacio con el ocio de los jubiladados a falta de una biblioteca

La reducción de horarios de la biblioteca del Campus en el verano, que cuenta con 400 puestos de estudio, enfada de nuevo a los usuarios. Los retrasos en la apertura de la biblioteca de San Francisco y el cierre durante las tardes de la de Concejo (con escasos puestos de estudio y destinada a sala de consulta) no mejoran la situación. Los opositores, el perfil diario del que hinca codos en Ourense, encienden la bombilla para buscar soluciones a esta falta de un servicio que en otras bibliotecas gallegas se amplía. Los centros cívicos y salas desperdigadas en espacios de la ciudad, con reserva previa, son el respiro cutre y provisional para los estudiosos en periodo estival. 

"Hay pequeñas salas y centros habilitados para realizar actividades diversas, pero no tienen condición de espacio de estudio a no ser que reserves como tal", explica un opositor. Las oposiciones no cogen vacaciones y la reducción de horarios de verano en las bibliotecas (Campus y Pública cierran todas las tardes y la del Campus medio mes de agosto) les obliga a perder tiempo en reservas de espacios o a estudiar en casa.

"Estamos en la casa de la Juventud, previa reserva. Son salas pequeñas, no hay aire acondicionado y se escucha el ruido de otras actividades", explica un opositor.

Los centros cívicos de la ciudad también habilitan espacios para sus usuarios. Otra opción con ruido de fondo. "Los directores de los centros cívicos no ponen problema en que se reserven para estudio, pero hay pocas salas y los señores van a la tarde a jugar la partida", explica un opositor.

La petición de los estudiantes es clara: "No vale de nada quejarse. Una biblioteca debe abrir todo el año. O, al menos, que si no hay otro espacio, los políticos corran con los gastos de esa mayor apertura en periodos vacacionales".

En este sentido, el PSOE ourensano apoya la idea de que el Concello de Ourense asuma la responsabilidad "negociando con el titular de la infraestructura; abriendo las de su titularidad o mediante convenios con bibliotecas de otra titularidad".

Al problema de la reducción de horarios se suma el de las competencias. La de la UVigo es una biblioteca para universitarios. Los opositores se ven obligados a usarla mientras no se les habilita un espacio de estudio. 

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