El bajo nivel del embalse de Cachamuíña impidió captar agua del Loña a partir de junio de 2011

La ciudad se abastece del Miño desde hace 15 meses

El sol se refleja en el escaso caudal del río Loña en el embalse de Cachamuíña, a niveles muy bajos. (Foto: JOSÉ PAZ)
La ciudad se abastece del agua del Miño desde junio de 2011. El bajo nivel de ocupación del embalse de Cachamuíña, del que los ourensanos bebían tradicionalmente -excepto en la época estival en la que se bombeaba agua del Miño- ha obligado a Aquagest, empresa concesionaria del servicio de agua, a recurrir al Miño de forma ininterrumpida durante casi 15 meses.
La situación actual de Cachamuíña, con un nivel de ocupación muy bajo, no hace pensar en que se vaya a producir un cambio inminente en la captación, aunque dependerá de las lluvias que se pueda a volverse a captar agua del Loña en Cachamuíña -habitualmente se hacía en los meses de octubre o noviembre, una vez recuperado el nivel del embalse tras los meses de verano-. Con todo, Ourense no tiene en la actualidad problemas de abastecimiento de agua, según explican en Aquagest, puesto que el Miño tiene capacidad suficiente.

La captación de agua del Miño tiene un sobrecoste añadido para la adjudicataria con respecto a cuando se hace desde el Loña, ya que es necesario bombearla, por lo que se incrementan de forma notoria los kilovatios consumidos.


EN LA PROVINCIA

Al margen de la ciudad, los embalses de la cuenca Miño Sil se encuentraban durante la primera semana de septiembre -últimos datos publicados por el Ministerio de Medio Ambiente- al 55,9% de ocupación, con un total de 1.693 hectómetros cúbicos de agua almacenada. La situación es muy parecida a la que se registraba en 2011, cuando la media de ocupación era del 57,4%. Con todo, tanto este año como el anterior, los embalses de la cuenca se encuentran en niveles más bajos que la media de los últimos cinco año, que se sitúa en el 62,7%.

En todo caso, la situación es ahora mejor que a principios de año. Así, algunas zonas de la provincia -sobre todo, las más altas- vivieron durante el primer trimestre problemas de sequía debido a la escasez de lluvias registradas en aquellos primeros meses. Entonces varios alcaldes, incluido el de la ciudad, temían que el verano se caracterizase por las dificultades en el abastecimiento de agua, si bien las precipitaciones de primavera evitaron finalmente que se produjeran restricciones importantes en el consumo doméstico de agua.

Según las previsiones de Meteogalicia, la lluvia aún tardará en llegar pese a que el inicio del otoño se avecina -sólo se prevén chubascos débiles hoy y mejoría del tiempo, con más temperatura, a partir del jueves-, por lo que la captación del Miño se mantendrá durante un tiempo.

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