El documento determinará los niveles sonoros adecuados para cada zona con el fin de integrarlos en la gestión urbanística

La ciudad deberá tener un mapa estratégico de ruido el próximo año

La zona de los vinos, en la imagen, es una de las más saturadas acústicamente. (Foto: Martiño Pinal)
Setenta decibelios. Es el umbral sonoro que se puede alcanzar en cualquier calle con tráfico intenso y rebasarlo implica menoscabar el confort acústico de los ciudadanos. Cuantificar estos niveles es el cometido fundamental del mapa de ruido, un instrumento del que carece a día de hoy la ciudad de Ourense. 'Estamos traballando nel, polo número de habitantes que residen no Concello temos de prazo ata o próximo ano', replicó a este respecto Demetrio Espinosa, concejal de Medio Ambiente del Consistorio ourensano.
Aunque no sólo se trata de una cuestión de plazos. Al menos, así lo entiende Manuel Sobreira, profesor en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Vigo. 'A pesar de que hay una demanda social de mejorar los niveles de ruido, -indica Sobreira-, no hay políticas efectivas porque las ordenanzas municipales, las de tráfico sobre todo, no siguen criterios acústicos'.

Integrar el ruido en la gestión urbanística, controlar si los excesos son puntuales o continuados y tomar precauciones especiales en las zonas residenciales o sanitarias, son, principalmente, algunas de las funciones del mapa. 'Ata que non o teñamos, non saberemos qué medidas correctoras aplicar', reconoce Espinosa.

A falta del citado documento, el Concello -guiado por sus estudios y las protestas vecinales- es conocedor de las áreas más acústicamente saturadas de la ciudad. 'Aínda que non hai queixas masivas, os veciños de San Lázaro ou Valle Inclán protestan puntualmente, case sempre, porque unha discoteca se extralimita na hora', explica el edil de Medio Ambiente. Una realidad que también detectan los colectivos de vecinos, que piden 'mucho más control. En As Mercedes, es habitual el ruido y hay, con regularidad, peleas en la calle', explica Mercedes Alcalá, presidenta de vecinos de la zona centro.

Entre las zonas que el Consistorio considera más ruidosas se encuentran, por ocio, la de los vinos y la del centro (especialmente el entorno de San Lázaro). Por el tráfico, por otra parte, se añaden a esta lista la calle Progreso, la avenida de Portugal y el vial de Peña Trevinca. Ocurre, sin embargo, una contradicción, 'onde menos tráfico hai, na zona vella, dispárase o ruido na noite', indica Espinosa.

Además de mapa, la ciudad carece también de sonómetros exteriores. 'Requírenselle só de forma voluntaria aos locais comerciais, o illamento sí é obrigatorio', explica Demetrio Espinosa. En este sentido, Javier Castillo, ingeniero acústico, señala que 'en otras ciudades se aplican también medidas de aislamiento en las viviendas'. Una iniciativa que el edil de Medio Ambiente considera 'boa'.

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