La ciudad, con menos niños pero mejor formados

Una mujer pasea un carrito de bebé en la Plaza Mayor. (Foto: Martiño Pinal)
photo_camera Una mujer pasea un carrito de bebé en la Plaza Mayor. (Foto: Martiño Pinal)

Las mujeres ourensanas tienen, de media, un hijo, uno de los registros más bajos del país

El informe de Indicadores Urbanos, que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística, ofrece una radiografía de la ciudad en sus variables demográfica, social y educativa, entre otros. Los resultados muestran, como elementos más destacables, unas bajas tasas de actividad y de hijos por cada mujer, que sitúan a la capital provincial en la parte baja de la clasificación correspondiente a estos apartados. El estudio incluye todos los territorios con más de 20.000 habitantes.

En lo relativo a la descendencia, las mujeres ourensanas tienen, de media, un hijo cada una, y solo otros diez territorios presentan una cifra menor. Las tres peor situadas en esta clasificación pertenecen a las Islas Canarias, y son San Cristóbal de la Laguna (0,83 hijos por mujer), Las Palmas de Gran Canaria (0,9 hijos) y Santa Cruz de Tenerife, también con 0,9. Ourense es la peor ciudad gallega en este sentido, aunque aparecen cerca Vigo (1,01 hijos) y A Coruña (1,03 hijos). El informe de Indicadores Urbanos muestra, no obstante, que la formación de los ourensanos es cada vez mayor. En primer lugar, y aunque no se pueda considerar como enseñanza, la proporción de niños de hasta 4 años que acuden a las guarderías aumentó de forma progresiva hasta alcanzar el 81,86% del total, cuando en 2010 el indicador se situaba en el 59,22%. La cantidad de habitantes de la ciudad que tienen como formación máxima la educación primaria bajó hasta el 31,22% desde el 37,22% de 2017. También se redujo la proporción de ourensanos que completaron la educación secundaria y no siguieron estudiando, que pasó del 25,30 en 2016 al 24,75%. En cambio, aumentaron los estudiantes que llegan hasta la educación universitaria, que ahora representan el 44,03%, mientras que en 2011 suponían el 37,65%. Esta estadística incluye a personas de entre 25 y 64 años.

La ciudad también aparece en la lista de territorios con menor tasa de actividad, en séptima posición, la que mide la proporción de población activa (ocupados y desocupados) sobre los habitantes que se encuentran en edad laboral. Esta tasa es del 51%, lo que muestra que casi la mitad de los habitantes con edades apropiadas tienen trabajo o lo están buscando. Con una proporción menor aparecen Ferrol (49,9%), León (50,2%), Salamanca (50,4%), Getxo (50,6%), Avilés (51%) y Gijón (51%). La tasa de actividad ourensana viene a la baja en los últimos años, aunque en el pasado reciente nunca fue mucho más alta. El valor más alto de la década se alcanzó en 2021, cuando la cifra fue del 53,16%.

En 2021, la tasa de desempleo de la capital provincial cerró en el 12,3%, el valor más bajo del último decenio, y que muestra un pronunciado descenso desde que en 2013 se alcanzara un 25,3%. El año pasado se alcanzó la mejor proporción de ocupados sobre la población activa.  El 87% de los habitantes de la ciudad, con edades comprendidas entre los 20 y los 64 años, que quería trabajar, tenía trabajo.

Más envejecidos

En lo que respecta a los indicadores demográficos, estos muestran una cara tendencia: la población ourensana es cada vez mayor. La edad media es ahora de 48,86 años, mientras que hace cinco años era de 46,98 años, y hace una década, de 44,41. La edad media de los habitantes de la ciudad aumentó un 9% en los últimos diez años. 

Además de ser cada vez más mayores, los habitantes de la capital provincial son menos. El año pasado el censo marcaba 104.596 ourensanos, cifra que en 2010 era de 108.673. En los últimos once años, la ciudad perdió a más de 4.000 vecinos.  La presencia extranjera es cada vez mayor, y ya alcanza el 6,1% de la población, mientras que diez años atrás eran el 5,47%.

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